El respeto en una relación
Su hijo adolescente está desarrollando habilidades que le servirán en el mundo real, pero ¿cómo enseñar conceptos tan importantes y significativos como el “respeto”? Enseñar a los adolescentes a respetar a los demás es algo más que una obediencia ciega; es un ejercicio de discernimiento del carácter y de construcción de una amabilidad genuina.
Lo más importante que puedes hacer por tu hijo adolescente es mostrarle el mismo respeto que tú quieres que te dé. Considere cómo le habla a su hijo y si sus palabras reflejan el tipo de comportamiento que espera de él.
Esto podría incluir el modelado de habilidades de escucha activa, evitando interrupciones y distracciones para escuchar verdaderamente lo que su hijo adolescente está diciendo. Asegúrese de que muestra su desacuerdo con calma y acepte que a veces las personas pueden estar en desacuerdo en cuestiones sin causar daño.
También deberías practicar el pedir disculpas por las cosas que causan daño, tú mismo. Por ejemplo, todo el mundo se enfada y no siempre podemos mantener la calma. Pedir disculpas por perder los nervios muestra a tu hijo adolescente que te responsabilizas de tus actos y le sirve de modelo para comportarse en el futuro.
Cómo conseguir el respeto de los demás
Aunque el respeto debería ser algo natural para nosotros (Aretha se aseguró de que supiéramos cómo deletrearlo y practicarlo), parece que hay un gran déficit de él en nuestro mundo actual. Desde los tuits malintencionados hasta el comportamiento de camarilla en el patio de recreo, es evidente que el respeto debería volver a aparecer. La buena noticia es que tú puedes desempeñar un papel importante en el inicio de una revolución del respeto simplemente modelando tu propio respeto y enseñando a tu hija a seguirlo.
Y por último, ¿cómo puede tu hija conseguir más respeto en su vida? Háblale de la palabra integridad. Una persona íntegra es honesta, es fiel a su palabra, hace lo mejor que puede y admite sus defectos sin poner excusas, encubrirlos o echar la culpa a otra persona. Nadie es perfecto, pero cuando tu chica vive su vida con integridad, se ganará el respeto de los demás y podrá sentirse bien con lo que es como persona, y hará que los demás se sientan mejor en el proceso.
Cómo ser respetuoso
La mayoría de las personas que conozco no harían algo así a los demás, ya sean sus amigos o alguien que no conocen. Sin embargo, algunos se sienten con pleno derecho a hablar a sus hijos de esa manera. Una madre le diría algo a su hijo,
Sin embargo, desde mi perspectiva, pensé que ella escuchaba todo lo que yo decía pero me ignoraba. Pensé que me estaba faltando al respeto a mí y a mi petición a propósito. Así que me enfadé. Mis emociones se apoderaron de mí. En lugar de analizar por qué actuaba así, le grité.
Le gritaba desde otra habitación sin importarme si estaba interrumpiendo lo que ella estaba haciendo o no. Y cuando no cumplía mis expectativas, me comportaba de forma grosera con ella. Le demostré que sólo me importaban mis propias necesidades. Le demostré que cuando uno se siente frustrado, puede ser grosero e irrespetuoso.
Es cierto que a menudo hay situaciones en las que los niños irrespetuosos realmente hacen cosas escandalosas o irrespetuosas, pero puede ser porque a esa edad no saben nada mejor o porque no se dan cuenta. Ahí es donde entramos nosotros, los padres, para enseñarles. La enseñanza del respeto a los niños no puede hacerse de forma irrespetuosa.
Ensayo sobre el respeto
“Piensa antes de actuar” es un consejo común y útil que no siempre seguimos. Para conocer mejor a otras personas, debemos asegurarnos de no sacar conclusiones antes de que hayan tenido la oportunidad de terminar de hablar. Los lectores aprenderán que el respeto a los demás va más allá de las situaciones cara a cara. Hay que respetar a los demás aunque no estén presentes. El respeto a los demás forma parte de la categoría más amplia de aprendizaje social y emocional de la conciencia social. Las personas respetuosas pueden pensar en las situaciones desde la perspectiva de otras personas y empatizar con ellas. Ofrece a tus lectores unas instrucciones amables y empoderadoras para que se conviertan en personas respetuosas y conscientes de los demás.