¿Cómo se puede vivir la Cuaresma?

¿Cómo se puede vivir la Cuaresma?

¿Qué significa préstamo?

La Cuaresma es un período de 40 días de oración, ayuno y limosna que comienza el Miércoles de Ceniza y termina al anochecer del Jueves Santo. Es un período de preparación para celebrar la Resurrección del Señor en la Pascua. Durante la Cuaresma, buscamos al Señor en la oración mediante la lectura de la Sagrada Escritura; servimos dando limosna; y practicamos el autocontrol mediante el ayuno.  Estamos llamados no sólo a abstenernos de los lujos durante la Cuaresma, sino a una verdadera conversión interior del corazón para seguir más fielmente la voluntad de Cristo. Recordamos las aguas del bautismo, en las que también fuimos bautizados en la muerte de Cristo, morimos al pecado y al mal, y comenzamos una nueva vida en Cristo.

Muchos conocen la tradición de abstenerse de comer carne los viernes de Cuaresma, pero también estamos llamados a practicar la autodisciplina y a ayunar de otras maneras a lo largo del tiempo. Contempla el significado y los orígenes de la tradición del ayuno cuaresmal en esta reflexión. Además, la limosna es una forma de compartir los dones de Dios, no sólo mediante la distribución de dinero, sino también compartiendo nuestro tiempo y nuestros talentos. Como nos recuerda San Juan Crisóstomo “No hacer partícipes a los pobres de nuestros bienes es robarles y privarles de la vida. Los bienes que poseemos no son nuestros, sino suyos”. (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2446).

¿Cuáles son las cosas que debemos tener en cuenta en este tiempo de cuaresma?

En Francia, la gente se daba un festín con los alimentos a los que se renunciaba durante los cuarenta días de Cuaresma. Las carnes, los huevos y la leche se acababan en un solo día, lo que dio a la fiesta su título francés de “Mardi Gras”, que significa Martes Gordo… seguir leyendo

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La Ascensión de Nuestro Señor, Día de Obligación, celebra el día en que Cristo, en presencia de sus apóstoles, ascendió corporalmente al cielo. La Ascensión tuvo lugar el 40º día de Pascua, un jueves… seguir leyendo

Para la mayoría de las personas, la práctica más fácil de cumplir con constancia será la tradicional, abstenerse de comer carne todos los viernes del año. Durante la Cuaresma la abstinencia de carne los viernes es obligatoria en… seguir leyendo

El Conejo de Pascua es un símbolo de la Semana Santa muy popular en la cultura occidental, especialmente entre los niños. Según el folclore, el Conejo de Pascua esconde huevos de Pascua para que los niños los encuentren en la mañana de Pascua… seguir leyendo

Padre mike schmitz cuaresma 2022

La Cuaresma es un tiempo especial de reflexión y de fe, que se practica en la oración y mediante el acto de renunciar a algo. Ese “algo” depende de la persona que observa la Cuaresma, con las directrices principales de que tiene que ser algo a lo que sea difícil renunciar durante este período. (Para las iglesias cristianas occidentales que observan el año eclesiástico, la Cuaresma comienza el Miércoles de Ceniza (2 de marzo). Para muchas denominaciones, esto da comienzo a lo que la iglesia considera el “ayuno de cuarenta días dentro de la Cuaresma”: los 40 días que preceden al Domingo de Resurrección (17 de abril). Pero los 40 días no son tan sencillos en lo que respecta al calendario. Por un lado, se dará cuenta de que en realidad hay 46 días entre el Miércoles de Ceniza y el Domingo de Resurrección. Esto se debe a que los domingos de Cuaresma no son “días prescritos de ayuno y abstinencia” por la Iglesia. Básicamente, esto significa que depende del individuo continuar absteniéndose del artículo o acto de su elección en los domingos.En total, el acto de renunciar a algo durante la Cuaresma es para practicar la autodisciplina y recordar los sacrificios que hizo Jesús. Estos son algunos de los artículos y actos más comunes a los que muchos deciden renunciar durante la Cuaresma.

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Charlas católicas sobre la Cuaresma

Para muchas personas, la Cuaresma está asociada a ciertos tipos de sacrificio: renunciar a algo que uno disfruta durante la temporada, abstenerse de comer carne los viernes y ayunar en fechas prescritas. Estas formas de abnegación voluntaria han servido a los fieles cristianos a lo largo de los siglos como un conjunto de prácticas que nos ayudan a salir de nuestras rutinas diarias y de la vida ordinaria para renovarnos en la vivencia del Evangelio.

Pero, ¿qué significa acercarse al tiempo penitencial de la Cuaresma en una época de pandemia mundial en la que casi todo el mundo ha experimentado una abnegación involuntaria que va desde la prohibición de viajar y de realizar actividades de ocio hasta el alejamiento impuesto de los seres queridos y de los familiares, pasando por la tragedia de no estar con los seres queridos en persona cuando dejan este mundo al final de la vida?

Para algunos, la idea de imponerse más cargas a sí mismos o a los demás con el pretexto de la “renovación espiritual” parece cruel o quizá una invitación al masoquismo en este momento de la historia. Y yo simpatizo profundamente con esa opinión. Esto es aún más cierto cuando uno considera las prácticas de ascetismo como simples fines en sí mismas y no como medios para lograr algo más grande – cuando uno considera la tradicional tríada cuaresmal de ayuno, oración y limosna como una forma de “castigo” en lugar de una oportunidad para redirigir la atención, las energías y las prioridades de uno desde lo cotidiano a lo espiritualmente transformador.

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