Costumbres y tradiciones de los garifunas
religión garífuna
Los estilos musicales garífunas son conocidos por el uso intensivo de instrumentos de percusión y por su característico toque de tambor, que combina los golpes del primero (tenor) y del segundo (bajo). Los tambores garífunas suelen fabricarse con maderas duras ahuecadas, como la caoba o la flor de mayo, que son originarias de Honduras y otros países centroamericanos.
Los garífunas son muy conocidos por su punta, una forma evolucionada de música tradicional interpretada con instrumentos tradicionales. Es el género más popular y conocido de la música y la danza garífunas. Las letras de la punta suelen estar escritas por mujeres garífunas y a menudo se refieren a un género u otro. Descrito como “conscientemente competitivo”, el enérgico baile de la punta es siempre emocionante de ver.
Belice ha dado lugar a una nueva fase de la música garífuna en los últimos años, gracias a famosos músicos garífunas como Andy Palacio, Mohobub Flores y Adrián Martínez. Esta visión contemporánea de los estilos musicales garífunas más tradicionales se ha descrito como una mezcla de punta y paranda, otro género garífuna que apenas se grabó hasta la década de 1990. Muchos garífunas jóvenes tienden a mostrar más interés por una versión popular y contemporánea de la punta conocida como punta rock, una mezcla de batería tradicional, bajo pesado, guitarra eléctrica y letras entusiastas.
música garífuna
El Viaje Garifuna es un proyecto organizado por la comunidad garifuna de Belice y dirigido por Andrea Leland y Kathy Berger. El objetivo de este proyecto es ayudar a los esfuerzos actuales de los garífunas para educar a su pueblo sobre su historia y tradiciones culturales, y crear un archivo de materiales, que hasta la fecha, es limitado.
Descendientes de ancestros africanos y caribes, los garífunas se resistieron con éxito a la esclavitud. Este hecho por sí solo apunta a un triunfo del espíritu que exige una mayor investigación. Sin embargo, lo que hace más notable esta historia es la riqueza cultural que surgió de los descendientes de estos dos grupos y que permanece intacta hasta hoy. Los garífunas han mantenido una forma tradicional de música, canto y danza, así como su propia lengua, a pesar de las muchas presiones externas para que se asimilen. La capacidad de los africanos para adaptarse a la sociedad caribeña fue lo que garantizó su supervivencia física y su liberación de la esclavitud. Es el sentido de orgullo, de comunidad y de determinación autosuficiente de sus descendientes lo que ha garantizado la continuidad de su cultura. En 1997 se cumple el 200º aniversario de la llegada de los garífunas a las costas de Centroamérica tras ser exiliados por la fuerza de San Vicente.
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El pueblo garífuna (/ˌɡɑːriːˈfuːnə/ GAR-ee-FOO-nə[3][4] o pronunciación en español: [ɡa’ɾifuna]; pl. Garínagu[5] en garífuna)[a] son un pueblo mixto africano e indígena que vivía originalmente en la isla caribeña de San Vicente y que habla garífuna, una lengua arawakana, y criollo vicentino.
Los garífunas son descendientes de indígenas arawak, kalinago (caribes insulares) y afrocaribeños. La población fundadora de la diáspora centroamericana, estimada entre 2.500 y 5.000 personas, fue trasplantada a la costa centroamericana desde la isla caribeña de la Commonwealth de San Vicente,[7] que era conocida por los garífunas como Yurumein,[8] en las Islas de Barlovento de las Antillas Británicas en las Antillas Menores. Las comunidades garífunas siguen viviendo en San Vicente y las Granadinas y en el extranjero, incluidos los garífunas estadounidenses.
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Con una historia realmente fascinante que comenzó en las costas tropicales de la isla caribeña de San Vicente en 1635, el pueblo garífuna ha mantenido increíblemente las intrigantes tradiciones culturales mixtas de sus antepasados africanos occidentales y caribes-arauques a pesar de las sucesivas amenazas de esclavitud, colonización, guerra y deportación.
Casi cuatro siglos después, y ahora viviendo principalmente en las ciudades costeras caribeñas de Belice, Guatemala, Nicaragua y Honduras, este singular grupo afrocaribeño sigue deleitándose en hablar su rara lengua arawakana, en tocar o bailar al ritmo de su distintiva música punta a base de tambores y en satisfacer sus papilas gustativas con su deliciosa cocina ancestral. Los esclavos de África Occidental, que se cree que son los primeros antepasados de los garífunas, llegaron a la isla de San Vicente tras el naufragio de dos naves españolas en 1635, y se consideraron afortunados por esta inesperada interrupción de su viaje al Nuevo Mundo.