Cuestiones interculturales
ResumenEn los capítulos anteriores se han puesto de manifiesto algunos problemas con el concepto de cultura: se han adoptado concepciones contradictorias o se han juntado de formas que se pueden cuestionar seriamente. En este capítulo se muestra que estos problemas se derivan, en gran parte, del hecho de que la “cultura” está implicada en una serie de contrastes bastante diferentes: con lo que no tiene valor o es moralmente perjudicial; con la biología; con la materialidad; con la “sociedad”; con lo que es universal para los humanos; y con la variabilidad dentro de los grupos y las sociedades. También han sido importantes los contrastes con la racionalidad económica, y con la agencia en general. Los problemas que surgen de estas oposiciones se ilustran además con la discusión de tres temas controvertidos: la privación cultural, el multiculturalismo y la noción de “cultura digital”. Por último, se intenta reconceptualizar la “cultura” con fines analíticos, y se ilustran brevemente sus implicaciones explorando las explicaciones propuestas para los disturbios de 2011 en Londres.Palabras clave
Cuestiones culturales en el mundo
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Las dos afirmaciones son contradictorias. El hecho de que haya muchas pruebas que demuestren que muchos chinos “viven solos” debería desencadenar la pregunta: ¿los chinos realmente conceden “un valor especialmente alto a la idea de que las familias deben vivir juntas”?
El hecho de que esta pregunta rara vez se formule nos dice algo importante sobre el papel predominante de la “cultura” en la comunicación e interpretación modernas de los acontecimientos. La cultura se toma como una explicación definitoria, omnipresente, obvia y bien entendida, y la evidencia suele ser opcional. Esta es una mala manera de entender e interpretar los fenómenos sociales.
La idea de que los asiáticos son colectivistas y los occidentales individualistas es uno de los estereotipos más aceptados sobre las diferencias culturales. Sin embargo, ambas afirmaciones son muy cuestionables, si no directamente erróneas.
Significado de los retos culturales
La razón por la que fracasa la integración de una empresa tras una adquisición no es sólo el desconocimiento de la cultura organizativa, sino también la falta de conocimiento sobre cómo cambiar una cultura existente. El proceso de cambio es también un caso complicado y a menudo poco transparente, con muchos problemas y limitaciones posibles que hay que tener en cuenta. Esto significa que no existe una hoja de ruta general para cambiar o establecer una cultura, sino que cada cambio cultural necesita su propia hoja de ruta. Esta nueva hoja de ruta evoluciona a partir de la resolución de diferentes tipos de problemas durante el proceso de cambio. Y a veces hay limitaciones del cambio que hay que aceptar[4].
El objetivo de esta tarea es descubrir qué problemas y limitaciones pueden producirse durante el proceso de cambio de una cultura organizativa tras una adquisición. También se tratará de identificar cómo manejar los problemas típicos y reconocer las limitaciones insuperables. Los modelos teóricos para reconocer un tipo de cultura y los modelos para cambiar una cultura organizativa deberían ayudar a identificar estos problemas y limitaciones.
Cuestiones culturales
Las historias sobre problemas culturales en las grandes corporaciones y megacompañías han estado en todas las noticias últimamente. El mensaje es claro: los trabajadores de hoy en día esperan sentirse satisfechos con su trabajo y esperan ser apreciados por las largas horas que dedican. Si no lo hacen, la negatividad está garantizada.
Tal vez piense que su oficina es segura. Tu cultura parece buena, no oyes a tus empleados quejarse y todo parece estupendo. Desgraciadamente, el hecho de que no esté en los titulares no significa que su oficina esté libre de problemas culturales. A continuación se presentan cinco de los mayores asesinos de la cultura corporativa y cómo puede trabajar para abordarlos hoy.
Mientras que algunos líderes -como el jefe de policía de Oregón denunciado recientemente por su propio personal por comportamiento inapropiado- están claramente fuera de lugar y algunos empleados se sienten capacitados para tomar medidas, la falta de liderazgo intencional no siempre es tan obvia.
En el pasado, la norma era un estilo de gestión descendente. La dirección creaba normas y políticas y se esperaba que los trabajadores se ajustaran a ellas. Aunque esto sigue siendo perfectamente aceptable, no crea un entorno o una cultura de trabajo positiva. En cambio, es preferible el liderazgo intencional, en el que los líderes se centran en crear una cultura positiva de inclusión.