Los pandas rojos son pandas
Ver a los panda rojos Mucha gente admira al panda rojo por su encantadora cara de gatito, su pelaje rojo canela, su esponjosa cola anillada y su asombrosa agilidad. Puede que el panda gigante blanco y negro goce de popularidad en todo el mundo, pero el hechizante y arbóreo “otro comedor de bambú” tiene su propio encanto. Sorprendentemente, se han descubierto fósiles de panda rojo en Norteamérica que se remontan a 5 millones de años. Sin embargo, hoy en día los pandas rojos sólo se encuentran en pequeños territorios montañosos aislados por encima de los 1.000 metros de altura en China, Nepal, India, Bután y Birmania.
Puede parecer que el panda gigante de peluche fue el primer panda verdadero y que el panda rojo se añadió por diversión. Pero el zoólogo francés Frédéric Cuvier describió por primera vez al panda rojo occidental Ailurus fulgens fulgens en 1825, 48 años antes de que se catalogara al oso blanco y negro. Tras examinar un panda rojo, dijo que era el animal más bello que había visto nunca y lo llamó Ailurus (de la palabra griega ailouros, que significa gato, y fulgens, que significa de color fuego o brillante. En 1897, F. W. Styan descubrió otra forma de panda rojo y lo llamó Ailurus fulgens styani, ahora refulgens. El panda de Styans es un poco más grande y de colores más brillantes que el panda rojo occidental.
Datos del panda rojo
Son muy territoriales y viven en solitario, excepto durante la época de apareamiento. Se les reconoce al instante por su color rojo (y su bonita cara), su larga y tupida cola (y su bonita cara) y sus rasgos de mapache (y su bonita cara); son excelentes trepadores y pueden bajar de los árboles de cabeza.
Clasificado como en peligro de extinción, hay menos de 10.000 ejemplares en estado salvaje y las mayores amenazas son la caza furtiva y la pérdida de hábitat. Se calcula que su número ha disminuido un 40% sólo en los últimos 50 años.
¿Por qué es importante el panda rojo?
Los pandas rojos son la única especie viva de la familia Ailuridae y del género Ailurus. En un principio, la especie se clasificó en la familia Procyonidae, junto con los mapaches, los rabos de anillo y otros mamíferos omnívoros de cola larga, debido a su anatomía, comportamiento y reproducción similares. Después se colocaron en la familia Ursidae de los osos porque compartían un ADN común. Sin embargo, sus patrones de alimentación especializados y su distribución geográfica en Asia son lo suficientemente distintos como para justificar su propia familia.
Los pandas rojos se parecen a los mapaches, ya que tienen una cabeza redonda con insignias blancas, un hocico puntiagudo y orejas erectas. Su larga y tupida cola tiene un patrón distintivo de doce anillos rojos y amarillos alternados. Estas criaturas miden unos 42 centímetros y pesan entre seis y catorce libras. Su pelaje tiene dos capas: una cubierta exterior de pelos gruesos y una capa interior suave y lanosa.
Los machos y las hembras tienen un aspecto relativamente similar. Su cara blanca tiene marcas de lágrimas rojizas, que van desde sus pequeños ojos hasta la garganta. El pelaje de la parte superior del cuerpo del panda rojo es marrón rojizo, mientras que las partes inferiores y las patas son de un negro brillante. Las plantas de los pies tienen una densa capa de pelo blanco. Las patas delanteras de un panda rojo están inclinadas hacia dentro, lo que hace que camine de forma errática.
Rasgos de personalidad del panda rojo
Son muy territoriales y viven en solitario, excepto durante la época de apareamiento. Se les reconoce al instante por su color rojo (y su bonita cara), su larga y tupida cola (y su bonita cara) y sus rasgos de mapache (y su bonita cara); son excelentes trepadores y pueden bajar de los árboles de cabeza.
Clasificado como en peligro de extinción, hay menos de 10.000 ejemplares en estado salvaje y las mayores amenazas son la caza furtiva y la pérdida de hábitat. Se calcula que su número ha disminuido un 40% sólo en los últimos 50 años.