¿Qué función tiene el mate en la cultura Argentina?

¿Qué función tiene el mate en la cultura Argentina?

Yerba mate

En Sudamérica, en particular, la yerba mate es mucho más que una bebida caliente de color verde amarillento y aroma ácido que se disfruta entre comidas. La yerba mate tiene una cultura de consumo propia y está salpicada de numerosos rituales. En Argentina, Brasil y Paraguay se toma mate desde hace siglos. Te contamos qué debes tener en cuenta, qué secretos no conocías aún y cómo puedes llevar fácilmente la cultura del consumo de mate a tu casa. ¡Déjate sorprender e inspirar!

Ya antes de la colonización, la cultura del consumo de mate era celebrada por los nativos sudamericanos. Especialmente en los actuales países de Argentina, Uruguay, Brasil y Paraguay, se descubrieron los beneficios del disfrute del té agrio hace más de 5000 años. El té mate tuvo una gran influencia en el posterior desarrollo cultural del continente. No sólo se establecieron muchas plantaciones donde se cultivaba el acebo, sino que la cultura de la bebida adquirió una importancia creciente.

Los indios guaraníes descubrieron la yerba mate y durante mucho tiempo perfeccionaron el cultivo y el proceso de consumo. Al principio, se llenaba de agua una calabaza convencional y se ponían las hojas dentro. Una simple caña de azúcar se convertía en una pajita. Todos se turnaban para beber del único recipiente, que se iba pasando. La creencia también desempeñaba un papel primordial. Así, los guaraníes pensaban que bebiendo mate no sólo podrían mejorar su salud, sino que también obtendrían el poder de la selva.

¿Qué es el mate?

La yerba mate es una bebida estimulante y nutritiva procedente de Sudamérica. Se elabora a partir de las hojas de un pequeño árbol de la familia del acebo, originario de Argentina, Paraguay y Brasil. En muchas partes de Sudamérica, la yerba mate es mucho más popular que el café. Personas de todo tipo comparten diariamente la yerba mate con sus amigos y familiares.

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Tradicionalmente, la yerba mate se sirve en una calabaza y se bebe con una pajita de metal o bambú, llamada bombilla. Aunque la calabaza y la bombilla crean una experiencia más auténtica, también se puede preparar mate a granel en una prensa francesa o en una moka.

Los orígenes del mate se remontan a los guaraníes, un pueblo indígena que vivía en Paraguay, Bolivia y Uruguay. Llamada “Ca’a”, que significa “planta” en guaraní, la yerba mate se consumía por sus propiedades energéticas, para ayudar a los rituales místicos y dar hospitalidad.

En el folclore guaraní, un anciano se quedó rezagado de su tribu con su hija Yarii y pronto se quedaron sin provisiones. En medio de la noche, un extraño los visitó, solicitando sustento y el padre y la hija regalaron lo poco que tenían. El visitante era el dios supremo guaraní Tupa, que les ofreció una planta creada por él a cambio de su generosidad para que siempre estuvieran sanos y no volvieran a tener sed, y para que la compartieran con su tribu. El compartir, la energía y el bienestar han estado ligados a la cultura del mate desde entonces y la hierba ha sido compartida como un regalo de los guaraníes por toda Sudamérica y el mundo.

Cultura del mate en Australia

El mate argentino: una tradición centenaria. El arte de elaborar esta especial bebida en infusión tiene su origen en los tiempos de los nativos sudamericanos, que ya en la colonización tomaban mate. Desde el siglo XIX, la bebida de té amargo, que se elabora con las hojas secas del arbusto del mate, se cultiva principalmente en Paraguay, Argentina y Brasil.

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Compartir el mate entre amigos o familiares se considera un signo de hospitalidad. El mate argentino, a través de su preparación tradicional, proporciona rituales fijos en las reuniones. Embárquese en un fascinante viaje por Sudamérica y descubra esta forma diferente de tomar té.

El mate es uno de los tés cuya fermentación se detiene durante el proceso de fabricación. Para ello, primero se cortan las ramas completas del arbusto del mate y luego se voltean las hierbas del mate (“la yerba”) en tambores de alambre sobre el fuego. El proceso difiere así para la selección de otros tés, en los que sólo se recogen y procesan las hojas. Las enzimas que se encuentran en las hojas se destruyen para detener la fermentación. Hay varias variedades de mate, llamadas mate verde (“taragin”) o mate tostado (“chá mate”). En la variedad verde, las hojas se fermentan a 50 o 60 °C durante más de un mes y luego se calientan a más de 400 °C durante un minuto aproximadamente.

Cómo se prepara el mate

Esta infusión verde se consume desde hace mucho tiempo, incluso antes de la colonización española. De hecho, dado que la yerba proviene de un árbol que crece en la región litoral argentina y en Paraguay y Uruguay, el mate es una de las pocas costumbres que los pueblos originarios transmitieron a los conquistadores. La historia cuenta que los jesuitas acabaron por aceptarlo tras comprobar que los guaraníes eran más vigorosos y enérgicos y nada perezosos. Porque, al fin y al cabo, el mate tiene interesantes beneficios para la salud: estimula el sistema nervioso central sin provocar insomnio, aporta vitaminas y minerales, es diurético y contiene sustancias antioxidantes.

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En cuanto al estatus social, el mate no hace diferencias entre ricos y pobres, es como la Coca-Cola: igual para todos. Además, el mate no es una bebida para quisquillosos: limpiar la pajita antes de tomar mate se toma como un gesto de desprecio y descortesía. No lo hagas.

Sin un término fijo, el ritual del mate puede extenderse durante todo el día. La mayoría de la gente lo toma como desayuno o por la tarde para sustituir el café o el té, pero algunos fundamentalistas toman mate entre las comidas casi como si fuera una receta médica. En cuanto al sabor, el consenso es unánime: se bebe amargo; los que intentan “suavizarlo” le añaden azúcar.