¿Se siguen matando toros en las corridas de toros?
Los toros y las costumbres relacionadas con estos animales son, sin duda, uno de los elementos más populares de la cultura española a nivel internacional. Las corridas de toros en la plaza son el evento más famoso de todo el conjunto de tradiciones taurinas.
Este animal es el protagonista no sólo de las corridas de toros, sino también de otros eventos como los encierros y los espectáculos acrobáticos. Sin embargo, en los últimos años, los movimientos por los derechos de los animales han introducido la polémica en el mundo taurino.
El toro de lidia o toro bravo es un ejemplar macho de una raza que se panifica específicamente para su participación en este tipo de espectáculos. Son animales autóctonos de la Península Ibérica que han evolucionado hasta nuestros días, desarrollando unas características especiales. Su instinto de autodefensa, su temperamento, su complexión y sus cuernos son algunas de ellas.
El ancestro de este toro, el urus, estuvo presente en varios lugares del mundo. Muchas civilizaciones solían adorarlos. Podemos encontrar algún tipo de culto a estos animales y sacrificios divinos en la Iglesia griega de Creta y en los antiguos textos bíblicos.
Cómo se trata a los toros antes de una corrida
En un vagón del metro de Madrid atestado de españoles que se dirigían a la Plaza de Toros, me preguntaba cómo reaccionaría al ver otra corrida de toros, la primera en varios años. En la última parada, todo el mundo se amontonó y las escaleras mecánicas nos llevaron directamente a la imponente fachada de la plaza de toros de Madrid, la más grande de España.
Aquí se celebran corridas de toros casi todos los domingos por la noche, desde Semana Santa hasta octubre. Las corridas de toros se agotan con antelación. Pero en pleno verano, muchas corridas son novilladas: con toros más jóvenes y novatos adolescentes que matan. La noche de esta visita conseguí una entrada en la ventanilla por sólo 10 dólares, ya que tres toreros estaban novillados.
El hombre que estaba delante de mí en la cola de las entradas había negociado agresivamente para conseguir un buen asiento, mientras que yo me limité a decir: “Uno, por favor”… y acabé sentado justo a su lado. Es un teatro redondo y no hay asientos malos, aunque pagar más te acerca al gore. Tradicionalmente, se podían comprar asientos a la sombra o, para ahorrar dinero, asientos al sol, pero el cambio climático ha puesto fin a esa tradición. El verano de mi visita tuvo las temperaturas más calurosas que se recuerdan, y los combates se programaron para que comenzaran a las 9 de la noche -más tarde que en años anteriores- para que todos los asientos estuvieran a la sombra.
Brutal corrida de toros
Crédito de la foto: SHARKLas corridas de toros son un espectáculo tradicional de América Latina en el que los toros criados para la lidia son torturados por hombres armados a caballo y luego asesinados por un matador. El toro, hambriento, golpeado, aislado y drogado antes de la “pelea”, queda tan debilitado que no puede defenderse. Después de ser apuñalado, alanceado y arponeado, se mata al sufrido animal.
Los toros son, por lo general, animales tranquilos y pacíficos que sólo se comportan de forma violenta cuando se defienden a sí mismos o a su territorio. Por esta razón, los toros deben ser criados expresamente para la tauromaquia. Se les cría para que sean lentos, sencillos y predecibles; en otras palabras, fáciles de sacrificar. Algunos toros se crían incluso para que devuelvan al torero la tortura que les inflige, dando así la impresión errónea de que el animal está librando una batalla justa.
Los pesos pesados Foto: SHARKse atan al cuello del toro durante semanas antes de la pelea para debilitarlo. Los trabajadores le frotan petróleo en los ojos para oscurecer su visión y golpean repetidamente los riñones del toro. Le dan tranquilizantes, laxantes y drogas que inducen la parálisis o un estado de hipnosis. Alimentan al toro con una gran cantidad de sal para que beba cantidades excesivas de agua, se hinche y, en consecuencia, se vuelva lento. La gran mayoría de los toros son obligados a someterse al afeitado, el corte o limado de los cuernos. Se corta parte de los cuernos del toro para que no pueda empujar bien a su oponente. Mientras tanto, el torero practica sus técnicas con vaquillas de poco peso. Durante las horas previas a la corrida, el toro es mantenido en una celda de aislamiento diminuta y oscura. No se le da comida ni agua. Confuso y ansioso, el toro echa de menos la compañía de su manada. Justo antes de entrar en la plaza de toros, se le arponea, haciéndole sangrar, y se le suelta a la luz del ruedo.
¿Los toros odian el rojo?
Las corridas de toros son una competición física en la que un torero y los animales intentan someter, inmovilizar o matar a un toro, normalmente de acuerdo con una serie de reglas, directrices o expectativas culturales.
Existen diversas variantes, incluidas algunas formas que implican bailar alrededor de una vaca o un toro o saltar sobre ellos o intentar agarrar un objeto atado a los cuernos del animal. La forma más conocida de tauromaquia es la española, que se practica en España, Portugal, sur de Francia, México, Colombia, Ecuador, Venezuela y Perú. El toro de lidia español se cría por su agresividad y su físico, y se cría en libertad con poco contacto humano.
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Las corridas de toros tienen sus raíces en el culto y sacrificio prehistórico de toros en Mesopotamia y la región mediterránea. La primera corrida de toros de la que se tiene constancia puede ser la Epopeya de Gilgamesh, que describe una escena en la que Gilgamesh y Enkidu lucharon y mataron al Toro del Cielo (“El Toro parecía indestructible, durante horas lucharon, hasta que Gilgamesh bailó delante del Toro, lo atrajo con su túnica y sus brillantes armas, y Enkidu clavó su espada, profundamente en el cuello del Toro, y lo mató”). [5] El salto del toro fue representado en Creta y en los mitos relacionados con los toros en toda Grecia [cita requerida].