Mapa del Caribe
Pero toda esa información es obvia para la mayoría. Si le gustan los buenos datos (¿y a quién no?), prepárese para que le sorprendan algunos datos extraordinariamente buenos sobre el Caribe. A ver cuántos datos conoce, si es que conoce alguno.
El aeropuerto Juancho E. Yrausquin (SAB) se encuentra en la antigua isla de Saba, en las Antillas Holandesas. La pista de aterrizaje del aeropuerto tiene sólo 1.312 pies, o 400 metros, de longitud. Eso significa que el corredor jamaicano Usain Bolt podría correr la longitud de la pista en menos de 50 segundos.
En Jamaica hay más iglesias por kilómetro cuadrado que en cualquier otra nación del mundo. Aunque se asocia con el rastafarismo, Jamaica es en realidad un 64% cristiana, y los rastas representan menos del 10% de la población.
A finales del siglo XV, los estudiosos estiman que había tres millones de taínos en Haití, entonces conocida como La Española. Debido a las malas cosechas -creadas durante los trabajos forzados-, al hambre, a la represión española de las rebeliones, a la viruela y a los matrimonios mixtos con los invasores españoles, los nativos prácticamente habían desaparecido en 1530.
Las mejores islas del Caribe
Desde que se puso en marcha la Iniciativa para la Cuenca del Caribe (ICC) -piedra angular del compromiso económico entre Estados Unidos y el Caribe- hace casi cuatro décadas, Estados Unidos ha proporcionado una considerable ayuda exterior a la región, que sigue siendo una fuente de aliados fiables con vínculos económicos y de seguridad. Sin embargo, Estados Unidos suele infravalorar su relación con el Caribe. La Ley de Compromiso Estratégico entre Estados Unidos y el Caribe de 2016 trató de abordar esto, aumentando el compromiso con los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil de la región. Sin embargo, es necesario reimaginar aún más el enfoque de Estados Unidos hacia el Caribe para enfatizar sus prometedoras oportunidades e identificar diversos puntos focales para el compromiso.
Lanzada en 1983, la ICC consta de dos programas comerciales para los países y territorios del Caribe y Centroamérica: la Ley de Recuperación Económica de la Cuenca del Caribe (CBERA) y la Ley de Asociación Comercial entre Estados Unidos y la Cuenca del Caribe (CBTPA). Durante la Guerra Fría, la ICC actuó como una iniciativa de poder blando para contrarrestar las incursiones de la Unión Soviética en la región y para promover y fortalecer las democracias caribeñas. En la actualidad, la CBI beneficia a 17 países en el marco de la CBERA, ocho de los cuales son también beneficiarios de la CBTPA. (La CBERA no tiene fecha de caducidad, y la CBTPA ha sido reautorizada hasta 2030). Al conceder a los países de la cuenca del Caribe un acceso ventajoso a los mercados estadounidenses, la CBI les ofrece una forma de catalizar el desarrollo local, permitiéndoles avanzar económicamente hacia la liberalización de las reformas.
Biodiversidad en las islas del Caribe
El turismo es uno de los principales sectores económicos del Caribe, con 25 millones de visitantes que aportaron 49.000 millones de dólares al producto interior bruto de la zona en 2013, lo que representó el 14% de su PIB total[1].
El primer hotel se construyó en la isla de Nieves en 1778 y atrajo a visitantes adinerados, como Samuel Taylor Coleridge. En el siglo XIX también se construyeron hoteles en las Bahamas, Jamaica y Barbados para apoyar el creciente comercio turístico. El turismo aumentó drásticamente cuando los aviones transportaron a los turistas a la región. Esto aumentó el número de personas que podían permitirse unas vacaciones en las islas, pero requirió un costoso desarrollo de infraestructuras.
Los primeros balnearios se desarrollaron sobre todo por los beneficios curativos de bañarse[a] en el mar y respirar el aire cálido y cargado de ozono[3]. Lawrence Washington (1718-1752) y su hermanastro menor George Washington se alojaron en la Bush Hill House de Barbados en 1751 durante dos meses para tratar la tuberculosis de Lawrence. Según un antropólogo, en las guías turísticas se hablaba de Barbados como el “sanatorio de las Indias Occidentales” por su agua dulce, el aire del mar y la ausencia de malaria[3].
Clima del Caribe
El turismo ha sido un componente importante de la economía de las islas del Caribe durante más de tres décadas. El modelo de negocio se basa en gran medida en el despliegue de trabajadores con bajos salarios en entornos de destino que imitan la pasada época de las plantaciones coloniales. Además, el turismo de masas ha llevado la capacidad de carga de algunos estados insulares más pequeños hasta el límite. Las grandes empresas turísticas transnacionales que operan con cruceros y/u hoteles están coaccionando a los gobiernos soberanos para que ofrezcan cada vez más concesiones fiscales como incentivo para la continuidad del negocio. Además, a medida que aumenta la competencia por los ingresos del turismo por parte de los destinos de fuera del Caribe, los Estados regionales se esfuerzan por encontrar nuevos medios para mantener y ampliar el comercio turístico. Se están implementando lugares de turismo alternativo como el sexo, el juego, la evasión de impuestos, la medicina, los deportes, la cultura y la ecología. Algunas de estas ofertas son realmente degradantes para la población y su tradición cultural. Y no mejoran satisfactoriamente el bienestar económico del pueblo. Se necesita urgentemente una nueva estrategia que sustituya al turismo clásico y al alternativo.