Venezuela grupos indígenas
La Constitución reconoce a Venezuela como una sociedad multiétnica y multicultural, y sus disposiciones básicas (Art. 9) establecen que las lenguas indígenas también son oficiales en el país. Los pueblos indígenas de Venezuela representan el 2,8% de la población nacional, que ronda los 32 millones de personas. Sin embargo, otras organizaciones consideran que la población indígena supera el millón y medio de personas.
La demarcación de los territorios indígenas sigue siendo el principal derecho pendiente de resolver para los pueblos y comunidades indígenas de Venezuela. Las disposiciones provisionales de la Constitución obligan al Estado a demarcar los territorios indígenas en un plazo no superior a dos años. Sin embargo, según varios informes de los propios Pueblos y comunidades indígenas, el número de tierras entregadas no superó el 13% del total.
Durante 2017, el Gobierno de Venezuela puso en marcha el megaproyecto de la Faja Minera del Orinoco, que encontró serios enfrentamientos por parte de las comunidades indígenas, ya que se solapa con territorios indígenas autodemarcados.
Venezolanos blancos
El primer comandante llegó en un vehículo de lujo, flanqueado por guerrilleros fuertemente armados. Lanzó un discurso sobre cómo estaban trabajando con el gobierno venezolano, cómo habían venido a defender el territorio de las fuerzas imperialistas y a traer inversiones y desarrollo a la región.
La guerrilla ha ocupado territorios que han sido el hogar de los 19 pueblos indígenas del Amazonas durante miles de años. Pero lo han hecho, no con armas, sino explotando la desesperación de las comunidades vulnerables con promesas vacías y el poder corruptor del dinero sucio.
Primero llegó la crisis económica de Venezuela. El poco apoyo estatal que habían recibido se agotó. Las clínicas de salud se han quedado sin existencias, las escuelas sin profesores y las comunidades han quedado cada vez más aisladas por la escasez de gasolina. Cuando llegan a la ciudad a vender productos, la policía y los militares, que ahora dependen totalmente de la corrupción para ganarse la vida, les roban sus productos o los extorsionan.
Para los grupos guerrilleros colombianos, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y los disidentes de las desmovilizadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), conocidos como la ex mafia de las FARC, esta desesperación supuso una oportunidad. Ambos grupos han operado durante años en el Amazonas con el beneplácito del gobierno venezolano, que los ha tratado como un aliado estratégico y socio comercial en las economías criminales.
Historia de Venezuela
Natalia García Bonet no trabaja, asesora, posee acciones ni recibe financiación de ninguna empresa u organización que pueda beneficiarse de este artículo, y no ha revelado ninguna afiliación relevante más allá de su nombramiento académico.
Parecía una confrontación entre el humanitarismo y la fuerza militar. En febrero, el gobierno venezolano colocó tropas a lo largo de la frontera del país con Colombia para bloquear la entrada de ayuda humanitaria procedente de Estados Unidos y apoyada por el líder de la oposición, Juan Guaido.
El bloqueo fue ampliamente cubierto por las noticias y desató la polémica cuando los camiones que transportaban los suministros fueron quemados accidentalmente durante los enfrentamientos entre los militares y quienes intentaban despejar su paso.
Escenas similares se repitieron en la frontera de Venezuela con Brasil, aunque con consecuencias aún más trágicas. Allí, el convoy militar enviado a vigilar la frontera fue detenido por la policía indígena local en la comunidad pemón de Kumarakapay, en el parque nacional de la Gran Sabana, una zona considerada territorio indígena oficial. Los militares abrieron fuego, causando al menos dos víctimas. Zoraida Rodríguez -una mujer indígena- fue asesinada en su propia casa.
Tribu Pemon venezuela
La Constitución reconoce a Venezuela como una sociedad multiétnica y multicultural, y sus disposiciones básicas (Art. 9) establecen que las lenguas indígenas también son oficiales en el país. Los pueblos indígenas de Venezuela representan el 2,8% de la población nacional, que ronda los 32 millones de personas. Sin embargo, otras organizaciones consideran que la población indígena supera el millón y medio de personas.
La demarcación de los territorios indígenas sigue siendo el principal derecho pendiente de resolver para los pueblos y comunidades indígenas de Venezuela. Las disposiciones provisionales de la Constitución obligan al Estado a demarcar los territorios indígenas en un plazo no superior a dos años. Sin embargo, según varios informes de los propios Pueblos y comunidades indígenas, el número de tierras entregadas no superó el 13% del total.
Durante 2017, el Gobierno de Venezuela puso en marcha el megaproyecto de la Faja Minera del Orinoco, que encontró serios enfrentamientos por parte de las comunidades indígenas, ya que se solapa con territorios indígenas autodemarcados.