Mennoniten paraguay
Joel E. Correia ha recibido financiación de la National Science Foundation, del Departamento de Educación de Estados Unidos y de varias becas universitarias. Las opiniones expresadas en este artículo son del autor y no reflejan ninguna organización que le haya financiado en sus investigaciones. Correia es también miembro activo de la Asociación Americana de Geógrafos, que colabora con The Conversation.
El éxito de los menonitas en la transformación del Chaco en una potencia ganadera socava ahora su propia soledad largamente buscada, pone en peligro este famoso bosque y amenaza la existencia misma de los pueblos indígenas que han vivido en la región desde tiempos inmemoriales.
Entre otras creencias fundamentales, los menonitas -una minoría religiosa cristiana originaria de Alemania- mantienen una estricta adhesión a la no violencia, incluida la negativa a luchar en la guerra, y a la separación de la Iglesia y el Estado. Sus creencias provocaron su persecución en Alemania y posteriormente en Rusia, lo que dio lugar a múltiples migraciones y reubicaciones en todo el mundo.
Menonitas de Ucrania
Paraguay fue “descubierto” después de la Primera Guerra Mundial por menonitas canadienses conservadores que habían llegado a Manitoba y Saskatchewan en la década de 1870, dejando Rusia porque no estaban dispuestos a adaptarse al “modernismo” menonita en Ucrania. Ahora estaban dispuestos a mudarse de nuevo, porque el gobierno estaba restringiendo su libertad con respecto a las escuelas privadas. Las escuelas menonitas de Manitoba y Saskatchewan dependían entonces en gran medida del idioma alemán, que también se utilizaba para el orden eclesiástico (Gemeindeordnung) y la instrucción catequética. También existía la sospecha de que el nacionalismo canadiense (expresado, por ejemplo, por la presencia de banderas en la escuela) y el militarismo podían aumentar.1
Los delegados enviados por las iglesias, junto con los agentes inmobiliarios Samuel McRoberts y Fred Engen, encontraron “la tierra prometida”, el Chaco paraguayo, en 1920-21. El gobierno paraguayo con Manuel Gondra como presidente y Eusebio Ayala como ministro, así como José Casado, un terrateniente español/argentino de más de seis millones de hectáreas en el Chaco, tenían un fuerte interés político y económico en “el proyecto menonita”. Lograron obtener del Parlamento una ley especial, la Ley 514, que preveía seis derechos básicos: libre ejercicio de la religión, escuelas privadas con orientación religiosa en idioma alemán, exención del servicio militar en tiempos de paz y guerra, simple afirmación de sí y no en lugar de juramento, administración de sus propios asuntos patrimoniales y libertad de impuestos durante los primeros diez años.2
Menonitas de Belice
Me interesé por los menonitas porque León Tolstoi (1828-1910) escribió sobre ellos en su libro El Reino de Dios está dentro de ti (publicado en 1894), como una de las comunidades cristianas que hacen hincapié en la “No resistencia al mal” según el Sermón de la Montaña de Cristo.
Aunque Tolstoi es famoso sobre todo por sus novelas, como Guerra y Paz, también escribió este libro de no ficción sobre sus creencias cristianas. Se trata de un libro muy importante, ya que Mahatma Gandhi (1869-1948) lo citó en su autobiografía como una de las tres principales influencias en su vida y en su filosofía de la no violencia, que llamó “Satyagraha”. Él y Tolstoi se comunicaban por carta. La filosofía de Gandhi tuvo un gran impacto en Martin Luther King y Nelson Mandela.
Los seguidores de Menno Simons (1496-1561) se conocen como menonitas. Son protestantes y anabaptistas, que son los que rechazaron el bautismo de los niños porque exigen que una persona sea capaz de hacer su propia confesión de fe para ser bautizada. Fueron perseguidos por la Iglesia Católica en la Edad Media. En esa época el estado y la iglesia estaban unidos según la fórmula latina; “Cuius regio, eius religio”, que significa que la religión del gobernante dictaba la religión de los gobernados. Los menonitas creen que la iglesia no debe ser controlada por el estado porque Cristo es el Señor de la conciencia. Actualmente hay alrededor de 1,5 millones de menonitas en todo el mundo.
Neu-halbstadt paraguay
Coen entró en un camino y aparcó bajo un enorme árbol de mango, cuya sombra transformó el patio en un agradable refugio del sol abrasador. Un hombre mayor se acercó al Land Cruiser y en bajo alemán Coen le explicó quiénes éramos y por qué estábamos allí. Sí, nuestras indicaciones habían sido correctas: el hombre era Frans, el alcalde del asentamiento que habíamos buscado.
Salí del Land Cruiser, dispuesta a conocer a la mujer y los hijos de Frans, que estaban en el porche. Sin embargo, en cuanto mis pies tocaron el suelo, los niños se encogieron, los más pequeños se escondieron detrás de la falda de su madre. ¿Acaso llevaba yo una máscara de miedo?
Tardé un segundo en darme cuenta de que probablemente era la primera vez en sus vidas que veían a una mujer con pantalones en lugar de falda, con el pelo suelto y sin pañuelo en la cabeza. Tal vez sí parecía que venía de otro planeta.
Pensamos que viajar puede dar miedo a veces, pero ¿ha pensado alguna vez, como viajero, en lo que supone para las personas que rara vez salen de su casa ver de repente a una persona de aspecto totalmente diferente a la que no pueden situar en su marco de referencia? ¿Cómo de aterrador puede ser para ellos?