Tradiciones de los tarahumaras

Tradiciones de los tarahumaras

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Los rarámuri, que originalmente eran habitantes de gran parte de Chihuahua, se retiraron a las sierras altas y a cañones como las Barrancas del Cobre en la Sierra Madre Occidental a la llegada de los colonizadores españoles en el siglo XVI[1] La zona de la Sierra Madre Occidental que ahora habitan suele llamarse Sierra Tarahumara debido a su presencia.

Se calcula que en 2006 la población rarámuri era de entre 50.000 y 70.000 personas. La mayoría sigue practicando un estilo de vida tradicional, que incluye habitar en refugios naturales (cuevas o salientes de acantilados). Los cultivos básicos son el maíz y el frijol; sin embargo, muchos rarámuri siguen practicando la trashumancia, criando ganado vacuno, ovino y caprino. Casi todos los rarámuri migran de un lugar a otro a lo largo del año.

la raza tarahumara

La lengua tarahumara (nombre nativo Rarámuri/Ralámuli ra’ícha “lengua del pueblo”[2]) es una lengua indígena mexicana de la familia lingüística uto-azteca hablada por unos 70.000 tarahumaras (rarámuri/ralámuli) en el estado de Chihuahua, según una estimación del gobierno de México[3].

Anteriormente se consideraba que el tarahumara pertenecía al grupo taracahítico de las lenguas uto-aztecas, pero esta agrupación ya no se considera válida. Ahora se agrupa en un grupo tarahumariano junto con su pariente lingüístico más cercano, la lengua guarijío (Varihio, Huarijío), que también se habla en la Sierra Madre Occidental.

El rarámuri es hablado por más de 70.000 indígenas mexicanos que viven en el estado de Chihuahua. No hay consenso entre los especialistas sobre el número de dialectos: las propuestas que compiten incluyen dos (occidental y oriental);[4] cuatro (occidental, norte, sur, oriental);[5] y cinco, según los estudios de campo realizados en la década de 1990 por lingüistas que trabajan para el gobierno mexicano[6] y Ethnologue.[7] Los investigadores mexicanos destacan que el conocimiento de los dialectos rarámuri es todavía irregular, y dicen que existe la posibilidad de que haya muchos más de cinco dialectos. Las cinco divisiones reconocidas provisionalmente por el gobierno mexicano no son las mismas que propone Ethnologue.

medicina tarahumara: etnobota

Antes de la llegada de los españoles al norte de México, los tarahumaras ocupaban una vasta zona en lo que hoy es la parte central y baja del estado de Chihuahua. El descubrimiento de oro y plata en Parral en 1631 contribuyó a estimular la penetración española en las regiones ocupadas por los tarahumaras. Junto con esta penetración vino el reclutamiento de tarahumaras para realizar trabajos forzados en las minas. Según Gabriela P. Robledo Hernández, autora de Los Tarahumaras, esto provocó el abandono de los asentamientos originales de los tarahumaras y la migración a lugares aislados e inhóspitos, como las alturas de las montañas, o a las colonias de las misiones. Los levantamientos periódicos contra los españoles duraron hasta mediados del siglo XVIII.

Los misioneros jesuitas que trabajaron con los tarahumaras fueron retirados por Carlos III de España en 1767, dejando atrás influencias que se incorporaron a la cultura tarahumara tradicional, ampliándola sin alterar sustancialmente su esencia. Tal vez el efecto más duradero de la influencia misionera fue el establecimiento de una serie de pequeñas ciudades en toda la región, que hoy sirven como centros de comercio y contacto con el mundo en general.

técnica de carrera tarahumara

María Lorena Ramírez Hernández (nacida el 1 de enero de 1995) es una fondista mexicana perteneciente a la etnia rarámuri, que vive en el estado de Chihuahua, México. Se dio a conocer a nivel internacional tras haber ganado en 2017 la UltraTrail de Cerro Rojo, una carrera de ultradistancia de 50 kilómetros, en un tiempo de 07:20, y por haberlo hecho también con huaraches, sin zapatos ni equipo deportivo[1] A pesar de ser una atleta de alto rendimiento, no recibe apoyo deportivo del gobierno[2] Su ejemplo influye en los niños rarámuri para que se desarrollen como corredores en las alturas de la sierra de Chihuahua.

Ramírez nació y ha residido habitualmente en la localidad de Ciénaga de Noragachi, en el municipio de Guachochi, y vive con su hermano en Rejocochi. Cuida el ganado de su familia y también se dedica a la práctica del deporte[3], además de pertenecer a una comunidad indígena mexicana históricamente conocida por su resistencia y por sus dotes especiales para las carreras de fondo;[4] de hecho, el término rarámuri significa “pies ligeros”[5].

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