Edificios mayas
Escultura en el Gran Juego de Pelota de Chichén Itzá que representa el sacrificio por decapitación. La figura de la izquierda sostiene la cabeza cortada de la figura de la derecha, que escupe sangre en forma de serpientes desde su cuello
Durante la época precolombina, el sacrificio humano en la cultura maya era la ofrenda ritual de alimento a los dioses. La sangre se consideraba una potente fuente de alimento para las deidades mayas, y el sacrificio de una criatura viva era una poderosa ofrenda de sangre. Por extensión, el sacrificio de una vida humana era la última ofrenda de sangre a los dioses, y los rituales mayas más importantes culminaban con el sacrificio humano. Por lo general, sólo se sacrificaban los prisioneros de guerra de alto estatus, mientras que los cautivos de menor estatus se utilizaban como mano de obra[1].
Los sacrificios humanos entre los mayas son evidentes al menos desde el periodo clásico (c. 250-900 d.C.) hasta las últimas etapas de la conquista española en el siglo XVII. El sacrificio humano se representa en el arte maya clásico, se menciona en los textos jeroglíficos del periodo clásico y se ha verificado arqueológicamente mediante el análisis de restos óseos de los periodos clásico y postclásico (c. 900-1524 d.C.). Además, el sacrificio humano se describe en varios textos mayas tardíos y de la primera época colonial española, como el Códice Madrid, el Popol Vuh épico Kʼicheʼ, el Kʼicheʼ Título de Totonicapán, el Kʼicheʼ lengua Rabinal Achi, los Anales de los Kaqchikels, los Cantos Yucatecos de Dzitbalche y la Relación de las cosas de Yucatán de Diego de Landa.
La cultura maya
La sangría -cortar una parte del cuerpo para liberar la sangre- es un antiguo ritual utilizado por muchas sociedades mesoamericanas. Para los antiguos mayas, los rituales de derramamiento de sangre (llamados ch’ahb’ en los jeroglíficos que se conservan) eran una forma en que los nobles mayas se comunicaban con sus dioses y antepasados reales. La palabra ch’ahb’ significa “penitencia” en la lengua maya ch’olan, y puede estar relacionada con la palabra yukatekana ch’ab’, que significa “gotero”. La práctica de la sangría solía implicar sólo a los más altos nobles, que se perforaban sus propias partes del cuerpo, principalmente, pero no sólo, la lengua, los labios y los genitales. Tanto hombres como mujeres practicaban este tipo de sacrificios.
La sangría ritual, junto con el ayuno, el consumo de tabaco y los enemas rituales, era practicada por los mayas reales para provocar un estado de trance (o estado alterado de conciencia) y así lograr visiones sobrenaturales y comunicarse con los ancestros dinásticos o los dioses del inframundo. Los trances servían para pedir a los ancestros y a los dioses que lloviera, que hubiera buenas cosechas y que se tuviera éxito en la guerra, entre otras necesidades y deseos.
Religión maya deutsch
Los mayas imaginaban el mundo como una tortuga gigante o un cocodrilo flotando en un mar infinito. El maíz y el cacao -dos de los cultivos más preciados de los mayas- se imaginaban brotando del lomo de esta criatura flotante. Teniendo en cuenta que gran parte de su territorio se encontraba sobre piedra caliza porosa y estaba delimitado por el Golfo de México, el Mar Caribe y el Océano Pacífico, esta imagen es muy apropiada. En el mar de más allá, los mayas imaginaban grandes tiburones que, en ocasiones, eran alanceados por los dioses y escupían sangre en tremendos chorros.
Los cenotes eran la única fuente fiable de agua dulce en algunas partes del mundo maya y, en consecuencia, se convirtieron en un lugar sagrado, el hogar del dios Chaac. Hoy en día, los turistas que visitan la península de Yucatán los valoran como una oportunidad para la natación recreativa. Este es el cenote Kankirixche, cerca del pueblo de Abala, México. (Abala, México, 2017.)
El cenote sagrado, situado al norte del recinto cívico de Chichén Itzá, al que está conectado por un sacbe, o camino elevado y pavimentado, de 300 metros. Según fuentes posteriores a la conquista (mayas y españolas), los mayas precolombinos sacrificaban objetos y seres humanos en el cenote como forma de adoración al dios maya de la lluvia Chaac. (Chichen Itza, México, 2017.)
Dónde se encontraban los mayas
¿Qué papel desempeñaba la religión en la vida cotidiana de los mayas? RELIGIÓN MAYA La religión estaba en el centro de la cultura y la vida de los mayas y, al igual que gran parte de lo que sabemos sobre ellos, es compleja, a menudo confusa y llena de misterio. ¿Qué es el animismo? Los mayas eran politeístas. Eso significa que creían en muchos dioses. Los dioses mayas eran en gran medida los dioses de la naturaleza, incluidos los dioses del sol y de Venus y el dios del maíz (el maíz era su cultivo más importante). Sus prácticas religiosas incluían festivales y rituales para honrar a sus dioses. Estos festivales estaban dirigidos por sacerdotes que ocupaban un lugar especialmente importante en la sociedad maya. Los sacerdotes mayas controlaban casi todo en la vida cotidiana de los mayas. Decidían cuándo plantar las cosechas, cuándo casarse y a quién sacrificar.
La religión maya detallaba una visión clara del universo y de cómo encajaban todas sus partes. En la imagen de abajo, obsérvense los dioses de la luna y el sol en la parte superior, los dioses en cada una de las cuatro esquinas y, curiosamente, un patio de bolas en el inframundo.