Dioses de blanco
Considerado el dios creador supremo de los incas, Viracocha (también conocido como Huiracocha, Wiraqocha y Wiro Qocha), era venerado como el dios patriarca en el Perú preincaico y en el panteísmo incaico. Su nombre era tan sagrado que rara vez se pronunciaba en voz alta, sino que se sustituía por otros, como Ilya (luz), Ticci (comienzo) y Wiraqocha Pacayacaciq (instructor).
Esta reverencia es similar a la de otras tradiciones religiosas, incluido el judaísmo, en el que el nombre de Dios rara vez se pronuncia, y en su lugar se sustituye por palabras como Adonai, Hashem o Yahvé. Viracocha forma parte del rico linaje y cosmología multicultural y multirreligiosa de los dioses de los mitos de la creación, desde Alá hasta Pangu, pasando por Shiva. Una breve muestra de los textos de los mitos de la creación revela una similitud:
“En el principio, Dios creó los cielos y la Tierra. La Tierra estaba sin forma y vacía, las tinieblas cubrían la superficie del abismo y el Espíritu de Dios se cernía sobre las aguas”. (Génesis 1:1)
“Cuando el cielo y la Tierra comenzaron, tres deidades llegaron a existir, El Espíritu Maestro del Centro del Cielo, El Espíritu Productor de Maravillas de Agosto, y el Ancestro Productor de Maravillas Divinas. Estos tres eran invisibles. La Tierra era entonces joven, y la tierra flotaba como el aceite, y de ella brotaban retoños de caña”. (Kojiki, el “Registro de cosas antiguas” japonés)
Dioses y diosas incas
Viracocha es la gran deidad creadora de la mitología preincaica e incaica en la región de los Andes de Sudamérica. Su nombre completo y algunas alternativas ortográficas son Wiracocha,[1] Apu Qun Tiqsi Wiraqutra[cita requerida], y Con-Tici[2] (también deletreado Kon-Tiki, fuente del nombre de la balsa de Thor Heyerdahl). Viracocha era una de las deidades más importantes del panteón incaico y se consideraba el creador de todas las cosas, o la sustancia de la que se crean todas las cosas, y estaba íntimamente asociado al mar[3].
Viracocha creó el universo, el sol, la luna y las estrellas, el tiempo (al ordenar al sol que se moviera sobre el cielo)[4] y la propia civilización. Viracocha era adorado como dios del sol y de las tormentas. Se le representaba llevando el sol como corona, con rayos en las manos y lágrimas que descendían de sus ojos en forma de lluvia. De acuerdo con la cosmogonía incaica, Viracocha puede asimilarse a Saturno, el “dios viejo”, el hacedor del tiempo o “deus faber” (dios hacedor), correspondiente al planeta visible con la revolución más larga alrededor del sol[5].
Viracocha gott
Viracocha es el dios creador de la mitología incaica que está íntimamente relacionado con el mar. Se le representa como un hombre que lleva una corona de oro que simboliza el sol y sostiene rayos en sus manos.
Se supone que fue uno de los muchos Primordiales creados por Khaos, a quien Dios permitió posteriormente reinar sobre la antigua Tierra. Llevó la luz a la antigua América del Sur, que más tarde sería contada por los nativos como Viracocha creando las estrellas, el sol y la luna. Tuvo un hijo, Inti, y dos hijas, Mama Killa y Pachamama. Viracocha tiene una esposa llamada Mama Qucha.
Viracocha surgió de las aguas de Khaos durante el tiempo de la oscuridad para traer la luz. Hizo el sol, la luna y las estrellas. Hizo a la humanidad respirando en las piedras, pero su primera creación fueron gigantes sin cerebro que le desagradaron. Así que la destruyó con un diluvio e hizo una nueva y mejor con piedras más pequeñas.
Viracocha acabó desapareciendo por el Océano Pacífico y nunca más volvió. Vagó por la tierra disfrazado de mendigo, enseñando a sus nuevas creaciones los fundamentos de la civilización, además de realizar numerosos milagros. Lloraba al ver la situación de las criaturas que había creado. Se creía que Viracocha reaparecía en tiempos difíciles.
Dios de la creación
Viracocha es la gran deidad creadora de la mitología preincaica e incaica de la región andina de Sudamérica. Su nombre completo y algunas alternativas ortográficas son Wiracocha,[1] Apu Qun Tiqsi Wiraqutra[cita requerida], y Con-Tici[2] (también deletreado Kon-Tiki, fuente del nombre de la balsa de Thor Heyerdahl). Viracocha era una de las deidades más importantes del panteón incaico y se consideraba el creador de todas las cosas, o la sustancia de la que se crean todas las cosas, y estaba íntimamente asociado al mar[3].
Viracocha creó el universo, el sol, la luna y las estrellas, el tiempo (al ordenar al sol que se moviera sobre el cielo)[4] y la propia civilización. Viracocha era adorado como dios del sol y de las tormentas. Se le representaba llevando el sol como corona, con rayos en las manos y lágrimas que descendían de sus ojos en forma de lluvia. De acuerdo con la cosmogonía incaica, Viracocha puede asimilarse a Saturno, el “dios viejo”, el hacedor del tiempo o “deus faber” (dios hacedor), correspondiente al planeta visible con la revolución más larga alrededor del sol[5].