Tradiciones tarahumaras
Muchas traducciones del nombre tarahumara Rarámuri incluyen “corredor a pie”, “pies ligeros” o “los que caminan bien”. Caminar y correr largas distancias son partes necesarias de la vida de los tarahumaras. El terreno de su tierra natal está repleto de estribaciones, desiertos, desfiladeros y ríos, todo ello a una gran altitud que hace muy difícil el uso de animales de carga. A los tarahumaras les resulta más eficiente viajar a pie (a menudo descalzos), recorriendo a veces ocho kilómetros sólo para llegar a la siguiente granja vecina. Algunos cazadores tarahumaras hacen correr a sus presas hasta la extenuación, en lugar de utilizar el arco y las flechas o las balas.
Los corredores excelentes gozan de una posición social más elevada en las comunidades tarahumaras, y este talento traspasa las fronteras de género. El concepto de correr se inculca a los niños y niñas desde una edad muy temprana y se mantiene durante toda la vida del individuo con juegos competitivos como las carreras a pie, o el palillo, un juego parecido al lacrosse pero con la intensidad del rugby, que puede durar días y varios cientos de kilómetros. Los tarahumaras son ampliamente conocidos por los forasteros (chabochis) por su asombrosa capacidad para correr largas distancias, como se observa en los circuitos olímpicos y de ultramaratón.
Chamán tarahumara
Antes de la llegada de los españoles al norte de México, los tarahumaras ocupaban una vasta zona en lo que hoy es la parte central y baja del estado de Chihuahua. El descubrimiento de oro y plata en Parral en 1631 contribuyó a estimular la penetración española en las regiones ocupadas por los tarahumaras. Junto con esta penetración vino el reclutamiento de tarahumaras para realizar trabajos forzados en las minas. Según Gabriela P. Robledo Hernández, autora de Los Tarahumaras, esto provocó el abandono de los asentamientos originales de los tarahumaras y la migración a lugares aislados e inhóspitos, como las alturas de las montañas, o a las colonias de las misiones. Los levantamientos periódicos contra los españoles duraron hasta mediados del siglo XVIII.
Los misioneros jesuitas que trabajaron con los tarahumaras fueron retirados por Carlos III de España en 1767, dejando atrás influencias que se incorporaron a la cultura tarahumara tradicional, ampliándola sin alterar sustancialmente su esencia. Tal vez el efecto más duradero de la influencia misionera fue el establecimiento de una serie de pequeñas ciudades en toda la región, que hoy sirven como centros de comercio y contacto con el mundo en general.
Lengua tarahumara
Los rarámuri o tarahumaras son un pueblo indígena del noroeste de México. Los tarahumaras, que originalmente habitaban gran parte del estado de Chihuahua, se retiraron a las altas montañas y cañones -como las Barrancas del Cobre en la Sierra Madre Occidental- cuando llegaron los exploradores españoles en el siglo XVI. En la actualidad hay unos 120.000 tarahumaras, muchos de los cuales siguen practicando un modo de vida tradicional, viviendo en cuevas o en los salientes de los acantilados y manteniéndose con una dieta de maíz y alubias.
Los tarahumaras se llaman a sí mismos rarámuri, que significa “el de los pies ligeros” en su lengua nativa. Tienen la capacidad de correr hasta 270 km seguidos sin parar, o hasta 700 km en pocos días. Se cree que la gran dispersión de sus asentamientos y la ausencia de medios de transporte han hecho que los tarahumaras se conviertan en los mejores corredores de larga distancia del mundo. Sus zapatos para correr son simples sandalias hechas a mano, lo que hace que su logro sea aún mayor.
Sin embargo, el estilo de vida tradicional de los tarahumaras y su entorno natural están siendo amenazados y destruidos por diversos factores. La minería de oro y plata ha provocado la deforestación y la contaminación del agua, el turismo está trayendo la modernización y los cárteles del narcotráfico están obligando a los tarahumaras a abandonar sus tierras para cultivar plantas de marihuana y amapola.
Religión tarahumara
La Sierra Tarahumara, uno de los principales componentes de la Sierra Madre Occidental del norte de México, es una región espectacular de altas sierras y profundos cañones. Se extiende a lo largo de casi 1.000 kilómetros desde el sur de la frontera con Estados Unidos hasta los estados norteños de Chihuahua, Sonora, Durango y Sinaloa. Con una altitud que oscila entre los 200 y los 3.000 metros, la región se caracteriza por una enorme diversidad de flora y fauna tropical, subtropical y templada, incluidas varias especies endémicas. También es una zona de gran diversidad cultural y lingüística. Cuatro de las sociedades indígenas más tradicionales de América del Norte -los rarámuri (tarahumara), los …dami (tepehuan del norte), los o’óba (pima de la montaña) y los warijó (guarijío)- tienen allí sus hogares. La región incluye también numerosas comunidades de mestizos hispanohablantes.
Los miembros de las sociedades indígenas de la Sierra Tarahumara son agricultores de subsistencia, pero también dependen de una amplia gama de especies vegetales y animales locales para su supervivencia. Su adaptación está orientada a promover la biodiversidad de la región en lugar de agotarla. Esta adaptación se ve ahora gravemente amenazada por el impacto medioambiental y social a largo plazo de las actividades económicas a gran escala en la región, que comenzaron con la minería hace cuatro siglos y siguieron con la ganadería, la explotación maderera y, más recientemente, el turismo, especialmente en torno a las Barrancas del Cobre. Estas actividades han desplazado a los residentes indígenas de sus tierras, han perturbado las relaciones sociales y ecológicas locales y han contribuido a una grave deforestación, a la erosión del suelo, a la sequía, a la pérdida de muchas plantas del sotobosque y a la extinción de varias especies animales endémicas.