¿Cómo se llaman las fiestas de toros?

Dardos de torero

Las corridas de toros son una competición física en la que un torero y los animales intentan someter, inmovilizar o matar a un toro, normalmente de acuerdo con una serie de reglas, directrices o expectativas culturales.

Existen diversas variantes, incluidas algunas formas que implican bailar alrededor de una vaca o un toro o saltar sobre ellos o intentar agarrar un objeto atado a los cuernos del animal. La forma más conocida de tauromaquia es la española, que se practica en España, Portugal, sur de Francia, México, Colombia, Ecuador, Venezuela y Perú. El toro de lidia español se cría por su agresividad y su físico, y se cría en libertad con poco contacto humano.

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Las corridas de toros tienen sus raíces en el culto y sacrificio prehistórico de toros en Mesopotamia y la región mediterránea. La primera corrida de toros de la que se tiene constancia puede ser la Epopeya de Gilgamesh, que describe una escena en la que Gilgamesh y Enkidu lucharon y mataron al Toro del Cielo (“El Toro parecía indestructible, durante horas lucharon, hasta que Gilgamesh bailó delante del Toro, lo atrajo con su túnica y sus brillantes armas, y Enkidu clavó su espada, profundamente en el cuello del Toro, y lo mató”). [5] El salto del toro fue representado en Creta y en los mitos relacionados con los toros en toda Grecia [cita requerida].

Mujer torera

Introducción1Poco hay de tauromaquia sin fiesta, y pocas fiestas hay sin tauromaquia. En las regiones con tradición taurina, ésta está estrechamente entrelazada con las celebraciones colectivas hasta el punto de que forman un único fenómeno social: la fiesta de los toros. Este hecho evidente no escapa a un examen minucioso, ya que oculta realidades sociales y geográficas muy diferentes. Esta heterogeneidad se debe en parte a la naturaleza de los propios festejos, cuyo significado requiere una mayor matización, y en parte al desconocimiento de la diversidad de las prácticas taurinas. De hecho, la tauromaquia es un fenómeno mucho más variado de lo que nos hace creer el dominio mediático que ejerce la corrida española. Una revisión de los estudios de ciencias sociales sobre la tauromaquia coincide con esta tendencia: hay innumerables estudios sobre la corrida, mientras que los enfoques comparativos son escasos. Estos últimos son tanto más valiosos cuanto que la diversidad geográfica de las prácticas taurinas sigue siendo insuficientemente estudiada. Este trabajo no pretende remediar esta carencia, sino que pretende subrayar el interés que tiene para la geografía la consideración de todo el ámbito de la práctica taurina, no simplemente por un afán de exhaustividad, sino para demostrar que las fiestas de toros adoptan formas y significados muy diferentes desde el suroeste de Europa hasta América Latina.

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Encierro de Pamplona

El encierro forma parte de las fiestas anuales de San Fermín, durante las cuales se sueltan seis toros por las calles empedradas de Pamplona, España, para ser acorralados en la plaza de toros de la ciudad. Los corredores participantes demuestran su valentía intentando esquivar a los furiosos toros en su camino hacia el centro de la ciudad.

Los encierros son sólo una parte de una fiesta más amplia en honor a San Fermín, el patrón de Pamplona, pero es el encierro lo que atrae a miles de visitantes anuales a la celebración cada mes de julio. Esta popularidad, sobre todo entre los estadounidenses, se debe en parte a la romantización que Ernest Hemingway hizo del evento en The Sun Also Rises.

Aunque la fiesta contemporánea es en gran medida simbólica, su objetivo original, que se remonta al siglo XIII, era permitir a los pastores y carniceros conducir el ganado desde los corrales de las afueras de la ciudad hasta la plaza de toros para preparar los días de mercado y las corridas de toros. En Pamplona se siguen celebrando corridas de toros la tarde del encierro, hecho que ha suscitado una importante polémica por parte de las organizaciones de defensa de los animales en los últimos años. Desde 1924, 15 personas han muerto en los encierros, la última un español de 27 años en 2009.

La tauromaquia portuguesa

Un encierro (español: encierro, del verbo encerrar; occitano: abrivado, literalmente ‘prisa, impulso’; catalán: correbous, ‘correr-toros’) es un evento que consiste en correr delante de un pequeño grupo de toros, típicamente seis[1] pero a veces diez o más, que han sido soltados en calles seccionadas de una ciudad,[1] generalmente como parte de un festival de verano. Se puede favorecer a determinadas razas de ganado, como el toro bravo en España,[1] también utilizado a menudo en las corridas de toros posteriores, y el ganado de la Camarga en la Francia occitana, que no se lidia. En este tipo de eventos se suelen utilizar toros (machos no castrados).

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El encierro más famoso es el que se celebra en Pamplona durante los nueve días de las fiestas de los Sanfermines en honor a San Fermín[2], que se ha convertido en un importante acontecimiento turístico mundial, hoy en día muy diferente de la fiesta tradicional local. Los encierros de verano más tradicionales se celebran en otros lugares, como en ciudades y pueblos de España y Portugal, en algunas ciudades de México,[3] y en la región occitana (Camarga) del sur de Francia. Antiguamente, los encierros también se practicaban en la Inglaterra rural, sobre todo en Stamford hasta 1837.