Tradiciones con animales en españa
Fiesta del pero palo
En 1877, España aprobó la primera disposición sobre crueldad animal, que prohibía el maltrato a los perros. El Código Penal de 1928 fue la primera ley que incriminó el abuso del maltrato a los animales en general[2].
El actual Código Penal español impone una pena de tres meses a un año por maltratar cruelmente a los animales de compañía o causarles injustificadamente la muerte o un grave deterioro físico. Esta legislación sólo se aplica a los animales de compañía, y no está claro si esta legislación protege a los animales del sufrimiento causado por una omisión[1].
La Ley 32/2007 establece que el gobierno tomará medidas para garantizar que no se cause sufrimiento innecesario a los animales de granja, y fue promulgada para cumplir con los requisitos de la Unión Europea sobre el bienestar de los animales de granja. En ocasiones se han detectado carencias en la aplicación de estas disposiciones; por ejemplo, en 2011 la Comisión Europea emitió un dictamen motivado en el que pedía a España que subsanara las deficiencias en el cumplimiento de la legislación sobre el bienestar de los animales en el momento del sacrificio, y en 2012 la Comisión pidió a España, mediante carta de emplazamiento, que tomara medidas para aplicar la prohibición de las jaulas en batería. La organización sin ánimo de lucro Compassion in World Farming también ha denunciado indicios de incumplimiento de la legislación de la UE sobre bienestar animal en relación con los cerdos, como el corte de colas, las celdas para cerdas y las camas[1].
La crueldad con los animales en las fiestas españolas
España es un país apasionante y vibrante en el mundo, a menudo asociado a una comida deliciosa, playas impresionantes, arquitectura y cultura vivaz. La vida salvaje en España es algo más discreto y en segundo plano. Lince ibéricoCaballo ibérico Avutarda Castor euroasiático
El esfuerzo de conservación realizado para evitar la extinción del lince ibérico ha dado sus frutos, y de una población menguante de menos de 100 individuos en 2002, ahora viven 404 felinos en los bosques mediterráneos de la Península Ibérica. Un nuevo y ambicioso proyecto de conservación, LIFE Iberlince, está recuperando algunos de los territorios perdidos del lince en España y Portugal.
El lince ibérico tiene muchas manchas y pesa aproximadamente la mitad que la especie euroasiática, con patas largas y una cola muy corta con la punta negra. Su pelaje es leonado con manchas oscuras y lleva una característica “barba” alrededor de la cara y unos prominentes mechones negros en las orejas.
Las hembras de lince suelen parir entre marzo y abril. El tamaño medio de la camada es de 3, y rara vez sobreviven más de 2 crías al destete. Los gatitos abandonan la madriguera entre los 8 y los 23 meses. Se han detectado tasas de mortalidad muy elevadas durante la dispersión.El lince ibérico depende principalmente de los conejos silvestres para alimentarse, pero también come patos, ciervos jóvenes y perdices si las densidades de conejos son bajas. Mientras que un lince adulto necesita aproximadamente un conejo al día, una madre que cría a sus hijos necesita cazar unos 3. A principios del siglo XIX el lince ibérico se encontraba en España, Portugal y el sur de Francia. Durante el siglo XX disminuyó de forma constante, y a principios de la década de 2000 sólo quedaban dos poblaciones reproductoras aisladas en el mundo, situadas en el sur de España, y que sumaban unos 100 animales adultos, con sólo 25 hembras reproductoras. Pero tras los esfuerzos conjuntos de las administraciones nacionales y regionales españolas, diferentes ONG (como WWF) y la Unión Europea (a través de los proyectos Life), la especie se ha recuperado del borde de la extinción.
Lanzamiento de cabras españa
Los climas de España van desde un clima oceánico en el norte y noreste del país hasta un clima alpino en los Pirineos; un clima semiárido en Alicante, Murcia y Almería; un clima mediterráneo-continental (el clima predominante en la Península Ibérica) en las regiones del interior de España; un clima mediterráneo en la costa oriental, en las Islas Baleares y en la mayor parte de Andalucía; y un clima subtropical en las Islas Canarias.
Gracias a esta rica variedad de climas, la geografía española abarca ecosistemas que incluyen bosques caducifolios oceánicos, bosques mediterráneos de hoja perenne, matorrales de garriga y maquis, bosques de alta montaña, ecosistemas costeros, humedales, desiertos, estepas y bosques de laurisilva, que sólo existen en las Islas Canarias y en las islas portuguesas de Madeira y Azores.
Como consecuencia natural de tan amplia variedad de ecosistemas, los animales y las plantas que se encuentran en España son increíblemente diversos. Dentro del continente europeo, España es el país con más especies de animales vertebrados (570) y plantas vasculares (7.600). Se calcula que España alberga 85.000 especies de seres vivos, entre plantas y animales. Alrededor del 30% de las especies endémicas de Europa viven en España: así es, no se encuentran en ningún otro lugar del mundo. Quizá el ejemplo más famoso de una especie endémica de España sea el lince ibérico, que se encuentra sobre todo en las Islas Canarias, concretamente en Tenerife, debido a su aislamiento geográfico.
Catapulta de codornices
España es conocida por su belleza y su carácter romántico, pero una larga sombra se cierne sobre esta rica nación mediterránea. Profundamente implantadas en la cultura española están algunas de las tradiciones de crueldad animal más ofensivas conocidas por el hombre moderno. Sorprendentemente, el gobierno español subvenciona muchas de ellas como valioso patrimonio “cultural”. La ignorancia de los pueblos pequeños tiene mucho que ver con la persistencia de estas tradiciones, pero el movimiento español por los derechos de los animales está ganando terreno gracias a grupos como Igualdad Animal y Anima Naturalis. A pesar de la creciente oposición popular, estas tradiciones se mantienen tenazmente en más de 10.000 pueblos que luchan por proteger su sangriento patrimonio.
Obviamente, la tradición más conocida, pocos se dan cuenta de que el deporte de la sangre se financia con dinero público. A pesar de la presión internacional y nacional, estos brutales eventos continúan debido a los importantes ingresos comerciales derivados. Los grupos de presión empresariales lucharán contra la prohibición para proteger los beneficios, a pesar del lugar que ocupa el “arte” en la opinión popular. El auge de las ciudades antitaurinas en todo el mundo es alentador, aunque sin un gran mandato para hacer cumplir las prohibiciones, está por ver su eficacia. En cualquier caso, ciudades progresistas como Castrillón, Vedra, Dodro y Pobra do Brollónare están estableciendo nuevas normas admirables. Pero aún queda mucho trabajo por hacer.