¿Cómo vivían los purépechas?

¿Cómo vivían los purépechas?

Michoacán

El grupo indígena más importante de Michoacán es el purépecha, a veces llamado tarasco, un pueblo independiente que se resistió a la conquista azteca. Su lengua no está relacionada con otras lenguas mexicanas; es posible que sean originarios de Sudamérica. Representan alrededor del dos por ciento de los hablantes indígenas de México. Casi todos los purépechas (92%) viven en Michoacán, por lo que la población indígena total de Michoacán es del 7%[1].

La mayoría de los materiales utilizados en la investigación mexicana están escritos en español. Sin embargo, no es necesario hablar o leer español para investigar en los registros mexicanos. Sin embargo, necesitará conocer algunas palabras y frases clave para entender los registros.

El idioma oficial de México es el español, que es hablado por el 90 por ciento de la población. Las lenguas indígenas de los aztecas, los mayas y otras tribus todavía se hablan en todo el país. Originalmente, puede haber habido más de 200 raíces de lenguas nativas.

En los inicios de la historia de México, tras la conquista española, los líderes espirituales sabían latín, y donde se establecieron escuelas, el latín era una asignatura obligatoria. Por ello, es posible que encuentres algunos términos latinos incluidos en los registros de la iglesia.

Sacrificio humano azteca

El pueblo ha dependido en gran medida del dinero que envían a casa los emigrantes que trabajan en el vecino Estados Unidos tras la caída de las ventas de madera local hace unos 10 años, cuando la madera de pino empezó a escasear.

Estas remesas han permitido a sus familias permanecer en Comachuen en lugar de trasladarse a otras partes de México en busca de trabajo. Eso -y el hecho de que los niños pasen gran parte del año con sus madres y abuelos- ha ayudado a preservar la lengua purépecha entre casi todos los habitantes del pueblo.

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Los textiles tradicionales, la carpintería y la construcción siguen vivos, en gran parte porque esas empresas se financian con las remesas que se envían a casa para construir casas. Muchas cosas en el pueblo -la iglesia, la plaza de toros, las donaciones de caridad- se pagan con remesas.

El gobierno mexicano calcula que las remesas enviadas el año pasado superarán por primera vez los 50.000 millones de dólares. Pero el hecho de que las remesas permitan a las familias simplemente sobrevivir o progresar lo suficiente para que sus hijos no tengan que emigrar varía, reflejando los planes y perspectivas de cada persona.

Tarascans

María Gutiérrez desciende de los p’urhépecha, un grupo indígena de una región de la costa del Pacífico llamada Michoacán. Su lengua se considera aislada, lo que significa que no está conectada con ninguna otra familia lingüística de América, ni del mundo. Aunque el 15 por ciento de la población mexicana se identifica como indígena, sólo 150.000 personas siguen hablando p’urhépecha.

“Existen estas concepciones de los ancianos como los que poseen el conocimiento histórico y cultural sobre la comunidad”, dice Gutiérrez. “Y lo que quiero hacer a través de mi propia investigación, a través de mi propia escritura, a través de mi propio proceso como miembro de la comunidad, es investigar esas historias, preguntar por ahí, acercarme a los ancianos, acercarme a mi familia para saber más sobre mi comunidad y mi cultura.”

En 2016, mientras trabajaba en su doctorado en estudios nativos americanos en la Universidad de California, Davis, Gutiérrez comenzó a tomar cursos de p’urhépecha en una escuela de idiomas en Michoacán para reforzar su campo de estudio y formar una conexión más profunda con su historia ancestral. Descubrió que muchos de los estudiantes p’urhépecha con los que asistía a las clases expresaban su deseo de aprender inglés para poder cursar estudios de posgrado o encontrar trabajo en los Estados Unidos.

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Indígenas de México

Los purépechas viven en las regiones lacustres y montañosas del Estado de Michoacán, se llamaban a sí mismos “p’urhépecha”. Cuando los españoles conquistaron a estos pueblos, les impusieron el nombre de tarascos y no fue hasta hace poco que los purépechas pudieron recuperar su nombre.

La región purépecha abarca unos 6000 kilómetros cuadrados en el centro del estado. Tradicionalmente se divide en cuatro regiones: Japóndarhu (lugar del Lago), Eráxamani (Can, Juátarisi (Meseta), lyon de Once Pueblos, Zacapu.

El actual grupo p’urhépecha proviene de una mezcla de chichimecas, nahuas y pretarascos que habitaban las orillas e islas del Lago de Pátzcuaro a finales del siglo XII. El reino P’urhépecha-uanacaze se inició en Tzintzuntzan, Ihuatzio y Pátzcuaro desde donde comenzaron a extender su dominio a la región del río Balsas, Jalisco, Colima, Zacatula y Guanajuato; en el oriente se aliaron a los Matlatzincas para luchar contra los Mexicas. Los mexicas (aztecas) intentaron conquistarlos y hubo grandes batallas en la primera mitad del siglo XV entre los mexicas (aztecas) y los p’urhépechas, sin embargo los p’urhé (purépechas) nunca fueron conquistados. En los logros culturales prehispánicos los purépechas utilizaban herramientas agrícolas de cobre, excepcionales en el área mesoamericana. Había una estratificación social en la que existía una jerarquía que comenzaba con el rey, cazonci o irécha, seguían los caballeros y luego los sacerdotes, en la base de la pirámide estaban las comunidades de agricultores y pescadores, artesanos y comerciantes.