¿Qué representa la cultura argentina?

Tradiciones argentinas

La cultura argentina representa una convergencia de tradiciones indígenas y europeas. El país se considera a menudo, y le gusta presentarse, como la nación latinoamericana con mayor influencia europea. De hecho, la mayoría de los argentinos -aproximadamente el 85%- son de ascendencia italiana, española o de otros países europeos, principalmente debido a la inmigración masiva de finales del siglo XIX y principios del XX.

Sin embargo, hay una importante presencia indígena, sobre todo en el norte del país. También hay más de 200.000 amerindios mapuches que viven un estilo de vida tradicional en el sur. Muchos argentinos son mestizos/mestizas: mezcla de ascendencia europea e indígena. Por último, hay una pequeña población negra, principalmente en la zona del Río de la Plata. Los argentinos tienden a estar orgullosos de su origen europeo, y la cultura indígena suele ser marginada o difamada. A los lugareños les gusta bromear con que son italianos que hablan español, se creen británicos y desearían ser franceses.

En general, los argentinos tienen un entusiasmo por la vida y un amor por la familia que es difícil de duplicar. A pesar de la incertidumbre económica y política que a menudo afecta al país, su gente sigue siendo cordial, estable y muy acogedora.

Datos de Argentina

A muchos de nuestros escaladores del Aconcagua les encanta explorar la cultura de Argentina, que varía mucho según los diferentes grupos étnicos y los inmigrantes que se asentaron allí. Con una gran influencia española, italiana y de otros orígenes europeos, la Argentina moderna es una mezcla de lo europeo con lo indígena. Esta mezcla única confiere a Argentina su distintivo estilo cultural. Por ejemplo, a Buenos Aires se le llama a menudo “la pequeña Europa” porque alberga una fantástica arquitectura europea en un entorno sudamericano.

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Aunque los indios nativos dominaban Argentina, la llegada de los colonos europeos hizo que el país fuera mayoritariamente católico. Las fiestas católicas se observan en el calendario nacional y se pueden encontrar iglesias en casi todas partes. De hecho, el actual Papa es argentino.

Argentina es uno de los países más vanguardistas de América Latina. La gente se viste con elegancia y a la moda de la temporada. Argentina no es tan conservadora en el vestir como otras naciones. Sin embargo, si piensa visitar iglesias, sea respetuoso. En las zonas ganaderas más rurales, la moda se inclina hacia una vestimenta más tradicional de gaucho o vaquero.

Qué hacer en Argentina

Valores como la libertad, la democracia, los derechos humanos, la solidaridad, la multiculturalidad, la libertad de culto y la igualdad de género, entre otros, que actualmente forman parte de nuestra realidad, son reforzados y protegidos a través de la actividad internacional del Gobierno argentino.

Estos valores son los principios rectores, los objetivos y las herramientas de nuestra política exterior, ya que impulsan la acción exterior del Gobierno. Buscamos reforzarlos y hacer que sean respetados en nuestra sociedad y que contribuyan al prestigio de la Argentina en el exterior, mejorando nuestra influencia en los asuntos internacionales.

Argentina se encuentra entre los países con mayores estándares de derechos humanos del mundo. El artículo 75.22 de la Constitución argentina consagra los tratados internacionales más importantes en materia de derechos humanos, haciéndolos prevalecer sobre las leyes internas y otros tratados internacionales. Aunque los estándares de derechos humanos en Argentina superan ampliamente los exigidos por el sistema internacional, el país ha considerado oportuno proteger los derechos humanos de sus ciudadanos en todas las jurisdicciones posibles.

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Qué hacer y qué no hacer en Argentina

Toda nación es más heterogénea en materia sociocultural de lo que suele sugerir su autoimagen, pero Argentina es quizás un caso extremo. La mayoría de los argentinos creen que en Brasil hay más indígenas que en Argentina; pero en realidad, según el Censo Nacional de 2010, mientras que en Brasil había 850.000 personas que se identificaban como indígenas, en Argentina había 950.000 ciudadanos autoidentificados como indígenas, cifras que representan el 0,4% de la población brasileña frente al 2,4% de la argentina.

En Argentina, el Estado ha construido una autoimagen de una sociedad europea en Sudamérica, como si todo el país (el octavo más grande del planeta) fuera una réplica del centro de Buenos Aires. Pero en las últimas décadas, esta imagen ha entrado en crisis. Las demandas de los movimientos indígenas, los nuevos cosmopolitismos, la debilidad del Estado y su paulatina aceptación de perspectivas menos homogeneizadoras han coincidido con la ampliación de la investigación en ciencias sociales que desafía la típica autoimagen del país, como europeo, blanco y geográficamente centralista. Pero los investigadores también han evitado tratar de encajar esa diversidad en modelos globales asociados al multiculturalismo neoliberal.