Población de Portugal
Ha pasado mucho tiempo desde que Portugal y España, los dos vecinos de la Península Ibérica, destacaron junto a Grecia e Irlanda como los peores de la UE, los llamados PIGS -acrónimo desagradable y despectivo para describir las economías de estos países durante la crisis financiera-. Las cosas han cambiado notablemente desde entonces.
Ahora se suele citar a Portugal como ejemplo de resurgimiento económico, aplaudido por las instituciones internacionales. La mayoría de los elogios se basan en el buen comportamiento de su tasa de desempleo. Para poner la afirmación en perspectiva, como muestra el gráfico 1, España y Portugal tenían tasas de desempleo similares al final del anterior ciclo expansivo. Desde entonces, la tasa española se disparó hasta la cifra histórica del 26,3% a mediados de 2013, mientras que el desempleo portugués subió hasta el 17,5% en el mismo periodo. Aquí, el impacto de la burbuja inmobiliaria española es evidente, como veremos más adelante en este análisis. A partir de 2013, ambas tasas siguieron cursos paralelos, cayendo hasta el 15,9% en España (10,4 puntos porcentuales menos) y hasta el 7,4% en Portugal (10,1 puntos menos). La principal diferencia es que los niveles de desempleo portugueses están actualmente por debajo de los de 2008, mientras que los de España siguen estando muy por encima.
PIB per cápita portugal
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Portugal, que en su día fue uno de los países más ricos del mundo debido a su vasto imperio en Asia, África y Sudamérica, empezó a caer en una relativa irrelevancia económica en los siglos XIX y XX porque la riqueza generada en el extranjero no se utilizó para desarrollar la producción industrial nacional. Tras la revolución de la década de 1970, Portugal comenzó a reorientarse, alejándose de sus posesiones de ultramar y acercándose a Europa. Ingresó en la Comunidad Económica Europea (precursora de la Unión Europea) en 1986 y adoptó el euro como moneda el 1 de enero de 2002, junto con otros 11 países de la UE.
En el momento de su adhesión a la Comunidad Europea, la economía de Portugal era única entre sus homólogos continentales. Dependía en gran medida de los ingresos del turismo y de las remesas de los trabajadores extranjeros que trabajaban principalmente de forma temporal en países de renta alta como Francia. También albergaba un sector agrícola anacrónico con pequeñas explotaciones familiares en el norte y grandes explotaciones colectivas en el sur, donde la productividad, a pesar de los recursos naturales y el clima del país, era una cuarta parte de la media europea. Su sector público también superaba con creces al de otros países de Europa Occidental.
Por qué Portugal es pobre
Se prevé que el PIB real crezca un 5,4% en 2022 y un 1,7% en 2023. La robusta inversión pública, impulsada por los fondos de la UE, y el retorno de las exportaciones turísticas van a apoyar la recuperación. Sin embargo, la guerra en Ucrania, las interrupciones en la cadena de suministro y el aumento de los precios de la energía y las materias primas pesarán sobre la actividad, reduciendo la confianza y el poder adquisitivo. Aunque sigue habiendo capacidad sobrante, se prevé que los aumentos de los precios de la energía y los alimentos lleven la inflación al 6,3% en 2022 y al 4% en 2023. Los salarios se acelerarán a medida que las horas trabajadas alcancen los niveles anteriores a la pandemia, pero no lo suficiente como para proteger el poder adquisitivo de los hogares frente a la creciente inflación.
La pandemia puso de manifiesto las lagunas de la red de seguridad social y corre el riesgo de agravar la situación de los estudiantes desfavorecidos y los trabajadores vulnerables. Aumentar la cobertura de las prestaciones por desempleo debe convertirse en la máxima prioridad política. Reforzar los esfuerzos para proporcionar apoyo individualizado a los estudiantes en riesgo sigue siendo crucial, al igual que la mejora de las competencias de gran parte de la mano de obra, especialmente en lo que respecta a las competencias digitales.
Recursos de Portugal
– La industria, tradicionalmente orientada al mercado exterior, es fundamental para que Portugal siga ampliando su actividad exportadora (un importante motor de crecimiento desde la crisis financiera y clave para la corrección de los desequilibrios externos).
– La actividad industrial sigue enfrentándose a importantes retos, especialmente en los sectores de bajo valor añadido. Sin embargo, hay signos de mayor dinamismo en las industrias con procesos de producción más avanzados, lo que sugiere un (pequeño, pero prometedor) salto adelante en la cadena de creación de valor.
A pesar del cambio estructural hacia un mayor papel de los servicios en la economía, la industria sigue siendo un sector clave. Como puede verse en el primer gráfico, el sector industrial representa el 16% del PIB portugués y el 21% del valor añadido bruto generado por las empresas no financieras. Además, emplea a unas 720.000 personas, lo que equivale al 15% del empleo total. La empresa media del sector industrial es también más productiva. En términos de productividad aparente del trabajo, el valor añadido generado por cada trabajador del sector es superior a la media del conjunto de la economía: 31.000 euros, frente a los 23.900 de media de las sociedades no financieras. En este artículo, centraremos nuestro análisis en el subsector de la industria manufacturera, que representa el 99% del valor añadido bruto (VAB)1 del sector industrial y está especialmente orientado al mercado exterior.