¿Qué les gusta a los belgas?

Similitudes entre el alemán y el neerlandés belga (flamenco)

Bélgica es este pequeño, increíble y surrealista país situado en el corazón de Europa. Conocido mundialmente por sus (muchas) cervezas especiales, su chocolate, sus patatas fritas, pero también por su humor único, Bélgica está llena de características que ni siquiera sospechamos. Desde su creación en 1830, el país ha creado su propia identidad, su propia cultura, a veces con influencias flamencas, a veces con influencias valonas. Esta mezcla de lenguas, culturas, opiniones políticas y luchas hace que el país sea fascinante. Así que deje atrás sus prejuicios y ¡bienvenido a nuestro país! En este artículo encontrará información no exhaustiva sobre lo que realmente necesita (o debería) saber sobre Bélgica (artículo actualizado en febrero de 2021).

Aunque sean muy discretos, tenemos un Rey y una Reina a la cabeza del país. Desde la creación de Bélgica en 1830, los Reyes se han sucedido de padre a hijo. Desde 2013, Felipe es el Rey de los belgas. La Familia Real vive en Laeken (en Bruselas) y hace su aparición en momentos importantes, como durante la fiesta nacional que se celebra el 21 de julio. El Rey tiene el poder ejecutivo federal (nombra a los ministros) pero su papel es más bien el de sugerir o advertir cuando hay tensiones en el Gobierno.

Las 3 mejores comidas belgas para comer | Bruselas, Bélgica

Los belgas son unos buenos vivientes. Les gusta comer y beber. Sin embargo, la cocina belga es mucho más que los tradicionales mejillones y patatas fritas. La gama de sabores belgas es amplia y variada, desde los dulces hasta los salados.

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Por la mañana, puede empezar el día con una deliciosa rebanada de cramique (pan con pasas) o craquelin (pan dulce). Para los amantes de la tradición, existe también el llamado “pan griego”, que no tiene nada de griego, sino que es una especialidad 100% bruselense.

Los platos tradicionales belgas son contundentes: conejo cocinado en Gueuze, estofado de ternera flamenca, waterzooi con pollo o pescado, anguila guisada con salsa de hierbas verdes, un plato de carne llamado “pájaros sin cabeza”, chicons gratinados, “américain” con patatas fritas… Hay tantos platos deliciosos, con nombres a veces extraños, para descubrir y saborear.

La verdad sobre la vida en Bélgica | El punto de vista de un estadounidense

Bélgica es un país multicultural. No sólo limita con cuatro países (Países Bajos, Alemania, Luxemburgo y Francia), sino que está formado por tres estados distintos con sus propias lenguas y culturas.

Bélgica, uno de los países más pequeños de Europa, ha estado en el punto de mira europeo en los últimos años como sede de la OTAN y de la Unión Europea. Su población, de 970.000 habitantes, está empleada en su mayor parte en organizaciones gubernamentales. Bélgica reúne tres regiones relativamente autónomas en un Estado federal: Flandes, Valonia y Bruselas.

Cada región tiene su propia lengua. En Flandes, la lengua oficial es el flamenco, un idioma similar al neerlandés. Los valones hablan francés. La capital de Bélgica, Bruselas, es oficialmente bilingüe. En Bélgica también se habla alemán, y la mayoría de los belgas hablan inglés.

El gobierno de Bélgica es una monarquía constitucional dirigida por un primer ministro. Aunque el monarca es técnicamente la fuente de toda la autoridad ejecutiva, el gabinete toma todas las decisiones gubernamentales. Las elecciones parlamentarias se celebran cada cuatro años. La capital de Bélgica es Bruselas, que es también la actual capital de la Unión Europea.

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Los estadounidenses comparten sus primeras impresiones sobre Bélgica

Bélgica, una democracia parlamentaria federal bajo un monarca constitucional, es un país pequeño pero notablemente diverso. Consta de tres regiones autónomas distintas: Flandes (en el norte y el oeste), Valonia (en el sur y el este) y Bruselas (la capital), cada una con su propio órgano de gobierno. Cada región tiene su propia lengua, cultura, costumbres y tradiciones.

La Constitución reconoce tres lenguas oficiales: El francés (que se habla en Valonia), el flamenco (o neerlandés, que se habla en Flandes) y el alemán (que se habla en una pequeña zona en la frontera con Alemania). Aunque no es una lengua oficial, la mayoría de los flamencos también hablan inglés. Bruselas es oficialmente bilingüe (francés y flamenco).

Existen diferencias en todo el país. Por ejemplo, los belgas de habla flamenca pueden ser bastante directos y francos, mientras que los francófonos pueden ser algo más circunspectos e indirectos en sus conversaciones cotidianas. Por eso, es importante conocer el idioma, el saludo y otros detalles culturales apropiados de la zona de Bélgica en la que se va a vivir o visitar.