Información sobre la Edad Media
La Edad Media ocupa un lugar especial en la historia de Europa. Durante este periodo se formó una comunidad cristiana en Europa. En ella se sentaron las bases de las ciencias modernas y de un sistema educativo. En la Edad Media se crearon estados e instituciones nacionales que promovieron el desarrollo de la civilización occidental.
La doctrina del cristianismo occidental se desarrolló en los siglos II y V y se plasmó plenamente en las obras de los cuatro Padres de la Iglesia: los santos Ambrosio (340-397), Agustín (354-430), Jerónimo (342-419/420) y el papa Gregorio I el Grande (540-604).
Uno de los principales tesoros de la Biblioteca Nacional de Rusia es una colección de toda la vida de los escritos de Agustín, creada en la ciudad de Hipona, en el norte de África, donde San Agustín llegó a ser obispo. El libro contiene la primera copia conocida de la principal obra de Agustín “Sobre la doctrina cristiana”.
A principios del siglo V, San Jerónimo completó la obra de su vida: la traducción de la Biblia al latín. El Antiguo Testamento fue traducido por Jerónimo del hebreo, el Nuevo Testamento – del griego. La Iglesia occidental recibió la traducción latina más conocida que, después de un milenio, en el Concilio de Trento de 1546, fue reconocida como traducción estándar de la Iglesia católica, con el nombre de Vulgata (en latín la Biblia Vulgata es “Biblia común”). Desde el siglo VII, casi todos los libros de la Biblia en Europa correspondían a la traducción de Jerónimo. Jerónimo no se limitó a traducir la Sagrada Escritura. Al igual que otros Padres de la Iglesia, escribió comentarios sobre la Biblia, que contribuyeron al desarrollo de la doctrina de la Iglesia católica.
El clero en la Edad Media
1Los valores, como se sabe, son básicos para la elaboración de normas y reglas, no sólo en la Edad Media. Pero en la Edad Media la gente reconocía las normas y reglas y establecía el orden principalmente actuando de forma demostrativa, ritualizada y simbólica. Lo que hacían públicamente de esta manera, era una promesa de comportamiento futuro1.
2El orden de rango existente, por ejemplo, se reconocía una y otra vez mediante acciones simbólicas, prestando un servicio público como llevar la espada del rey en señal de subordinación, ocupando un determinado asiento, saludando primero a la persona de mayor rango y de determinadas maneras, haciendo ciertos regalos en determinadas oportunidades, etc., etc. Por lo tanto, los actos simbólicos tenían una importante función de establecimiento y mantenimiento. Aportaban los valores.
3En cuanto a la Edad Media, es especialmente característico el encuentro de dos sistemas de valores: un sistema de valores cristiano y los valores de una sociedad guerrera noble. Estos sistemas ponían acentos claramente diferentes, entre los que era difícil, si no imposible, un equilibrio. Me concentraré en estos dos sistemas y dejaré de lado la línea tradicional de los valores antiguos2.
Características de la literatura medieval
La religión en la Inglaterra medieval incluye todas las formas de organización, práctica y creencia religiosa en Inglaterra, entre el fin de la autoridad romana en el siglo V y el advenimiento de la dinastía Tudor a finales del siglo XV. El colapso de la autoridad romana supuso el fin de la religión cristiana formal en el este de lo que hoy es Inglaterra, ya que los invasores anglosajones se hicieron con el control de amplias zonas de la isla. El movimiento hacia el cristianismo comenzó de nuevo a finales del siglo VI y en el VII. El Papa Gregorio I envió un equipo de misioneros que fueron convirtiendo la mayor parte de los reinos anglosajones, mientras que los monjes escoceses-irlandeses actuaban en el norte de Inglaterra. El proceso se completó en gran medida a finales del siglo VII, pero dejó un conjunto confuso y dispar de prácticas y ceremonias religiosas locales. Las invasiones vikingas de los siglos VIII y IX reintrodujeron el paganismo en el noreste de Inglaterra, lo que provocó a su vez otra oleada de conversiones.
El proceso de conversiones condujo a una explosión de edificios eclesiásticos locales y los monasterios constituyeron la base principal de la iglesia. También se construyeron catedrales. Estas instituciones se vieron muy afectadas en el siglo IX por las incursiones vikingas y las anexiones depredadoras de la nobleza. Los reyes de Wessex introdujeron reformas y promovieron la regla benedictina, muy popular entonces en el continente. La conquista normanda de 1066 llevó al poder a un nuevo grupo de eclesiásticos normandos y franceses; algunos adoptaron y acogieron aspectos del antiguo sistema religioso anglosajón, mientras que otros introdujeron prácticas procedentes de Normandía. La orden cluniacense francesa se puso de moda y los agustinos se extendieron rápidamente desde principios del siglo XII, mientras que más adelante los cistercienses llegaron a Inglaterra. Los frailes dominicos y franciscanos llegaron a Inglaterra durante la década de 1220, así como las órdenes religiosas militares que se hicieron populares en toda Europa a partir del siglo XII.
El poder de la Iglesia en la Edad Media
Esta introducción presenta la justificación de este número monográfico. Se explora la idea de visibilidad y sus múltiples aspectos e implicaciones como marco, ofreciendo sugerencias para acceder a este tema. Además, se ofrece una visión general de las diferentes contribuciones incluidas en este número, y se las relaciona con las ideas generales y entre sí de forma comparativa.
1La visibilidad, es decir, la forma en que uno se presenta y es percibido, es un importante marcador de identidad1. Durante la Edad Media, la religión era también un elemento clave en la vida de una persona. La religión abarcaba implicaciones morales y doctrinales, prometía la salvación o la condena de individuos y grupos, y daba forma a las comunidades. También contribuía a la forma de las leyes por las que se regían las comunidades, así como a sus formas de relacionarse con los demás y entre sí2. En consecuencia, la religión de una persona contribuía a definir su posición en la sociedad, su visibilidad y, en muchos sentidos, condicionaba la forma en que se producían sus interacciones con los seguidores de otras religiones, es decir, el contacto interreligioso.